La depresión en Navidad

En tiempos de fiestas navideñas, muchas personas experimentan un alto grado de tristeza, melancolía y depresión.
Vienen tristes recuerdos de parientes que partieron, de relaciones acabadas y la insatisfacción de haber vivido un año más sin haber alcanzado ese sueño o meta que te propusiste a principio del mismo.
Cuando la ilusión se pierde en estas fechas, se puede presentar un nivel de frustración tal que desborde nuestro sistema de autocontrol, evidenciándose la depresión. Entre los tipos de depresión figuran: la depresión menor, cuando los síntomas son moderados, como tristeza, dificultades en el sueño, desinterés por las actividades de la vida diaria, pensamientos de autoculpa; la depresión mayor, cuando los síntomas son más intensos como tristeza continua, insomnio al despertar, disminución o falta de apetito, sentimientos de minusvalía, desinterés por la vida, pensamientos de muerte, conducta suicida. Un tercer tipo es la depresión recurrente, cuando los síntomas depresivos continúan y se presenta malestar en la vida diaria de la persona por más de dos años continuos.
Se recomienda aprender a tolerar las situaciones difíciles y superarlas con la ayuda de un profesional en salud mental, ya sea un médico psiquiatra o un psicólogo.
En el caso de que los problemas se presenten en menores de edad,se aconseja  a los padres de familia mantener conversaciones con sus hijos, participar con ellos en reuniones recreativas, mejorar su autoestima y de esa manera estar atentos a todo síntoma que pudiera estar afectándolos.













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