Valora este día

Valora este día, porque es vida,
la vida de la vida.
En su breve transcurso alberga todas
las realidades y verdades de la existencia,
el júbilo de madurar,
el esplendor de la acción,
la gloria del poder.

Porque el ayer no es más que un recuerdo
y el mañana es sólo una visión.

Pero el hoy bien vivido
convierte todo el ayer en un recuerdo de felicidad
y todo mañana en una visión de esperanza.
¡Valora, entonces, este día¡

Soy madre y trabajadora ¿cómo debo hacer para no perder los nervios?

Ser mujer, madre, y trabajar fuera y dentro de casa puede generar un sentimiento de culpa, fustración y un estrés constante. Los siguientes consejos pueden ayudarte a llevar una organización básica en tu día a día :
  1. Repartir las tareas entre los miembros de la familiar por igual.
  2. Marcar metas realistas, es decir, tener un horario en las tareas.
  3. Evitar actitudes perfeccionistas, entender que si un día la casa está más desordenada, no pasa nada ya que debemos tener tiempo para nosotras mismas y para descansar.
  4. Planificar actividades de ocio con tu familia. No todo son obligaciones, también debe hacer tiempo para disfrutar.
  5. Intimidad con la pareja. Al menos, debes estar media hora al día con tu pareja para charlar. Se recomienda hacer algún viaje sólos, sin niños, de vez en cuando.
  6. Cuando estés comiendo, aprovecha el tiempo y desconecta del trabajo.
  7. Debes telefonear con cierta frecuencia a casa y hablar con tus hijos, e incluso, llevarles al trabajo algún día.

El miedo a que se rían de nosotros

Un 2% de la población sufre gelotofobia o miedo a que se rían de ellos. Algunos de los síntomas son: sudoración, inseguridad, timidez, tristeza, mareo, temblores...
El problema de las personas afectadas de gelotofobia empieza cuando oyen a alguien reír. Asocian esta reacción con hacer el ridículo y la consideran un ataque. Las personas susceptibles llegan a sufrir ansiedad, por lo que evitan determinadas situaciones y su vida social se puede ver perjudicada, en extremo, puede ocasionar aislamiento social.
Como causa general del miedo a la risa ajena se consideran repetidas vivencias traumáticas, en referencia a la sensación de "haber hecho el ridículo" o "haber sido ridiculizado" durante la infancia o la adolescencia. Las burlas escolares o bullying pueden relacionarse con la gelatofobia, pues consiste en el miedo a una experiencia pasada en la que una persona fue objeto de burlas.
Para prevenir esta fobia, los padres no deben castigar al hijo, por norma, a través de una humillación. Privarles de atención, cariño o burlarse de ellos de modo sarcástico puede llevar a sentimientos de vergüenza e inferioridad. El sarcasmo es un medio poderoso para castigar o controlar el comportamiento, pero algunos menores que son objeto de mofa o ridículo de forma constante desarrollan un comportamiento defensivo y tímido.

Una familia demasiado cerrada también puede dificultar la socialización de los hijos con grupos de amigos. La integración en estos grupos no se hace de forma natural y libre, por lo que se generarán situaciones difíciles en el proceso de adaptación. Estas dificultades se reflejan con momentos de estrés que se manifiestan en forma de torpeza, tensión y comportamiento ridículo.

La capacidad de amar y ser amados está dentro de nosotros

Por encima de todo, el amor que siempre, absolutamente siempre, estará a nuestro lado será nuestro propio amor; de ahí la importancia vital que adquiere el concepto que tengamos de nosotros mismos.
Sin duda, para aprender a amar, haremos bien en entrenarnos primero a nosotros mismos pues, de lo contrario, díficilmente podremos amar a los que nos rodean, y nunca, nunca, seríamos dueños de nuestra felicidad, ya que la habríamos puesto en manos de otros.

No nos machaquemos a nosostros mismos por un hecho poco satisfactorio

Siempre que nos encontremos insatisfechos con una actuación nuestra, resulta absurdo y estéril que nos recriminemos constantemente por ello; nuestros esfuerzos se deben encaminar a extraer las enseñanzas positivas y no en machacarnos sin piedad. Estas enseñanzas nos servirán para corregir situaciones concretas que se den en el futuro.

No debemos dejarnos contagiar por el pesimismo reinante


¿Son más persuasivas las personas pesimistas o las optimistas?
Lo cierto es que es más fácil dejarse contagiar por el pesimismo reinante que ir a contracorriente y esforzarse en encontrar caminos que ayuden a superar la crisis; pero no dudemos de que lo mejor que podemos hacer con alguien que en ese momento no ve ninguna salida es, primero, lograr que se sienta escuchado; segundo, que se sienta comprendido y,tercero, que perciba que ¡ hay alternativas que no había visto con anterioridad¡
Para salir de las situaciones difíciles un requisito previo es que la persona crea que hay opciones, y eso se logrará más fácilmente desde la ilusión que desde la desesperación.
Intentemos rodearnos de aquellas personas que son auténticos "cascabeles", que siempre parecen estar de buen humor, que desprenden energía positiva, que contagian su excelente ánimo y que se convierten en paradigmas de la felicidad.

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