Halagar demasiado no sirve en la seducción

Halagar en exceso a alguien para enamorarle es un error muy frecuente. Ser excesivamente simpático y hacer de todo para gustarle a esa persona que te gusta no sirve. No se debe halagar sólo por quedar bien o porque piensas que ella se enamorará de tí porque le has dicho un piropo. Puedes resultar inferior, pedante y nada interesante. Sé natural y seguro de tí mismo.



2 comentarios:

  1. En primer lugar, felicidades por tu blog. Tratas una serie de temas que me fascinan, y lo haces desde una óptica cercana y sencilla, pero a la vez eficaz e instructiva. ¡Me encanta!.
    En segundo lugar, me paro en esta entrada de tu blog, porque no podría estar más de acuerdo con lo que dices en él... Parece que las personas necesitamos saber que algo es imposible, o extremadamente difícil para que andemos detrás de ello con más insistencia y perseverancia. Cuando nos ponen las cosas demasiado fáciles, cuando todo está hecho, perdemos ese acicate que nos empuja a seguir luchando por conseguir algo. En el caso de las relaciones de pareja es donde esto se ve más claramente; si lo pones demasiado fácil, si te declaras, si haces ver a la otra persona que es lo que buscabas, que te ha conquistado, estás perdido, porque desde ese preciso instante, acabas de perderla...

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  2. Gracias, Fran, por tu aportación, compartimos pensamientos entonces. Un abrazo.

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