Cómo ayudar a un familiar adicto al juego

La ludopatía es una adicción que engancha con la misma fuerza, síntomas y dramáticas consecuencias que cualquier otra droga.
A pesar de que esta adicción crea problemas en el trabajo o en las relaciones personales, un jugador compulsivo no dejará de apostar. La depresión, el beber alcohol y usar drogas por lo general van de la mano con este problema.
Es común que esta adicción  no sea aceptado por el que la padece. Con lo cual, el primer paso debe ser admitir primero que hay un problema con las apuestas; la familia y los amigos pueden brindar apoyo y el médico puede asignar un tratamiento a seguir. En los grupos de autoayuda que se centran en esta cuestión es posible hallar vías de solución. Mediante rondas de análisis de esas experiencias, y permitiendo al ludópata expresar lo que siente y por qué sufre, se van trabajando paso a paso distintas acciones que posibilitan el alejamiento de la persona de la actividad que le provoca adicción.
Los familiares de un adicto tienen que ser realistas, porque el problema no se terminará de la noche a la mañana


El ejercicio físico reproduce nuestras neuronas

Está demostrado que el ejercicio físico hace que se produzcan neuronas, pero no sólo el ejercicio aeróbico, sino el de resistencia. Por ejemplo, caminar o levantar pesas, media hora, 4 veces a la semana, son soluciones para que nuestras neuronas se reproduzcan. Otras recomendaciones para promover la neurogénesis son garantizar micronutrientes como el ácido fólico ( directamente de vegetales color verde oscuro, como brócolis y espinacas); actuar sobre el estrés crónico y tratar la depresión.

Combate el estrés consumiendo maíz

El maíz tiene un alto contenido de tiamina, por eso, aumenta la capacidad del organismo para luchar contra el estrés. Además de actuar como sedante, estimula la mente y aumenta la capacidad intelectual. Basta con incluir maiz en tu dieta.

10 Consejos para reducir nuestro nivel de estrés

Si sientes que el estrés ha invadido tu vida diaria, aquí te propongo 10 consejos claves para lograr reducirlo y conseguir mejorar tu calidad de vida:
  1. Dar prioridad a los descansos: tu cuerpo necesita el tiempo necesario para recuperarse del esfuerzo diario. Es esencial establecer un horario concreto para las horas de sueño.
  2. Hacer una rutina de plan de vida diario que siempre habrá que respetar.
  3. Aprender a decir No a los demás, reducir los compromisos sociales.
  4. Demorar los cambios, ya que cualquier cambio supone un estrés.
  5. Reduce en lo posible el número de horas de trabajo o tareas previstas.
  6. LLevar la dieta adecuada: que contenga azúcares no refinados (arroz, pan) para evitar oscilaciones de glucemia; tomar verduras, y algún complemento vitamínico.
  7. Reducir el uso de estimulantes como cafeína, alcohol, tabaco, etc.
  8. Realizar algún ejercicio suave y repetido (pilates, natación, o simplemente pasear).
  9. Recuperar alguna afición, mejor que la pueda realizar en casa y desarrollarla sin la ayuda de otra persona, para no estar sujeto a otras limitaciones.
  10. Hablar de la situación personal con las personas más cercanas que puedan ayudarle.

El síndrome del desgaste profesional o burnout

El término inglés burnout significa "quemado", metáfora que se emplea para dar idea de la situación del trabajador sobrevenida como consecuencia del desgaste progresivo al que ha estado sometido durante largo tiempo.Se da sobre todo en personas que se trabajan en profesiones asistenciales, como profesionales de la salud, educadores, o incluso, amas de casa.
 El burnout es un trastorno de tipo adaptativo crónico, que se produce dentro del ámbito laboral por mantener durante un tiempo prolongado una situación de desequilibrio entre las demandas del trabajo y los recursos que posee el trabajador para responder dichas demandas.
Al no poder dar más de sí en lo profesional, la persona tiende a sentirse fracasada y fustrada, y trata de aislarse de los demás de forma negativa.
El tratamiento para este tipo de trastorno es parecido al del estrés. Además de las ténicas de relajación conviene aprender cuanto antes estrategias de afrontamiento adecuadas a la situación creada. Interesa mejorar el apoyo social, la autoestima y la reestructuración del pensamiento sobre el modo de percibir el trabajo, las personas con las que trabaja y las expectativas sobre la actividad profesional.

El miedo excesivo a las críticas y al fracaso

Las personas que tienen una preocupación desproporcionada a ser criticadas o a fracasar suelen vivir una vida "sin riesgos", muy restringida. Esto dificulta que entablen nuevas relaciones o que profundicen en ellas, así como tener otras experiencias que le permitan conocerse mejor y descubrir alternativas o aspectos desconocidos de la vida.
 Exteriormente, dan una imagen de adecuación, en cuanto parecen personas prudentes y sensatas que se conforman con poco. Esto es más un halago por parte de otras personas, pero, en el fondo, se comportan así no porque hayan valorado de forma libre y madura sus conductas, sino porque su forma de ser les hace actuar de este modo al no ser capacer de obrar de otra manera.

La tendencia al pensamiento catastrófico

Este modo de interpretar la realidad nos lleva a quedarnos con la peor de las posibilidades. Esta creencia exagerada a ver la botella media vacía, genera una tensión añadida a querer controlar la situación y prevenir el hipotético mal resultado. En otros casos, situaciones generadoras de estrés o ansiedad dificultan aún más el mejor modo de afrontar una situación, por verla como irremediable. Sería el caso de la persona que le cuesta entrar en un supermercado por miedo a que le de una crisis de angustia.
La tendencia a sentir este tipo de pensamientos está íntimamente relacionada con la ansiedad y el estrés. Las personas ansiosas tienden a valorar y juzgar las situaciones con exageración, y además, valorarlas como excesivas, potencialmente peligrosas o amenazantes.

¿Existe algún medicamento para tratar la fobia social?

Las personas con Fobia Social tienen un miedo excesivo y constante a las situaciones sociales.
Estas personas tienen miedo a hacer el rídiculo o comportarse de una manera embarazosa en situaciones en los que otras personas los puedan observar.
El propranolol (Sumial) es un medicamento que se suele usar en los casos de fobia social, pues no produce somnolencia ni se pierde destreza, y sirve para controlar las manifestaciones periféricas de la ansiedad. Esto hace que se utilice antes de tener que intervenir en público, ya sea realizando un examen o tocando un instrumento musical.

Las propiedades de los ansiolíticos más habituales (benzodiacepinas)

Los tranquilizantes o ansiolíticos más empleados, las benzodiacepinas, producen los siguientes efectos:
  • Efecto ansiolítico.
  • Sedación o disminución del nivel de conciencia, proporcional a la dosis (efecto no deseado).
  • Relajación muscular ( también se utilizan para dolencias como los dolores de lumbago).
  • Hipnosis ( en casos de imsomnio).
  • Actividad anticonvulsionante ( para casos de crisis de epilepsia).
  • Amnesia anterógrada, es decir, algunos recuerdos de los momentos anteriores a la toma del ansiolítico pueden no quedar registrados en la memmoria ( efecto no deseado).
  Los ansiolíticos no tratan la causa del trastorno, solo sus síntomas, y al finalizar el tratamiento éstos pueden volver con gran fuerza, tentando al paciente a extender el tratamiento más allá del periodo de tiempo recomendable.

¿Antidepresivos o ansiolíticos para la ansiedad?

 Los antidepresivos son más eficaces que los ansiolíticos para los aspectos psíquicos de la ansiedad, que se encuentran en el núcleo de este trastorno, como la preocupación excesiva, la obsesión, etc. Además, suponen menos problemas cuando se toman de forma continuada, ya que no producen dependencia ni tolerancia. Sirven, asímismo, para tratar los síntomas depresivos que son frecuentes en pacientes con ansiedad. El perfíl de los efectos secundarios es, en general, mejor que el de los ansiolítcos.
Los ansiolíticos también suelen emplearse, sobre todo al principio, ya que los antidepresivos tardan varias semanas en hacer efecto.

El trastorno de ansiedad generalizada

La característica fundamental de esta palología es la presencia de ansiedad de forma habitual y mantenida. La persona que la padece tiene una preocupación constante ante hipotéticas calamidades futuras y siempre padecen cierta tensión muscular que les dificulta el relajarse. Incluso suele tener dolores musculares y cefaleas. A menudo también presentan episodios de taquicardia, sequedad de la boca, diarreas, sensación de inestabilidad, visión borrosa, etc.
Ante una situación de ansiedad prolongada lo primero es acudir al médico de Atención Primaria para descartar un origen orgánico. Una vez descartada alguna enfermedad orgánica, habrá que tratar los aspectos psicológicos y ambientales con psicoterapia, además de utilizar un tratamiento farmacológico adecuado (antidepresivos).

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