¿Quieres volver a sentirte vivo?

Evita que tu mente permanezca adormecida e indiferente ante los deleites sensoriales que te rodean. Siente la textura de las cosas. Hunde las manos en la tierra. Acaricia a tus hijos, a tu pareja o a tu mascota. Pasa las manos por la corteza de un árbol.
Presta atención a los sonidos de la naturaleza: el repicar de la lluvia en el tejado, el sonido del viento, las olas del mar al romperse en la playa.

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