La gente que se preocupa mucho por la imagen que transmite a los demás está esclavizada a lo que digan los demás de él. Y esa esclavitud genera vulnerabilidad. ¿Cómo hacer para que no nos afecte lo que los demás dicen de uno? Pues confiar en uno mismo
Y la primera regla para confiar en uno mismo es saber quién se es. Piensa en tí, dedícate momentos del día sólo para pensar en quién eres tú.
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