Los amigos o familiares de una persona deprimida, no siempre reaccionan igual. Pueden responder con amor o apoyo. Pueden ofrecerse para escuchar si es que la persona desea hablar. Si el sentimiento de depresión no desaparece al poco tiempo, pueden animar a la persona a que busque la ayuda de de un profesional de la salud mental.
Pero hay quienes no comprenden y pueden reaccionar frente a la poca energía de la persona deprimida con críticas y regaños. Algunos creen erróneamente que la depresión no es más que una actitud que la persona puede cambiar o un estado de ánimo del que se puede salir.
Muchas personas simplemente no se dan cuenta de que la depresión puede provocar mucho dolor. Y piensan que la depresión proviene de la debilidad del carácter.
En algunas ocasiones, hasta un médico bien intencionado puede llegar a menospreciar o incluso subestimar la depresión de una persona y llegar a la conclusión de que nada anda mal cuando los resultados de los exámenes médicos son normales.
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