Si fuera así, ¡qué pena de los adultos¡ Quizás este es uno de los grandes errores de nuestra sociedad avanzada. Perder las ilusiones es como perder la brújula; si todo lo que nos queda es esfuerzo y trabajo, personalmente paso de este juego.
Con frecuencia dejamos que nos confundan las supuestas obligaciones y responsabilidades; de tal forma que nuestra vida parece limitarse a ellas. Hemos de encontrar un equilibrio entre lo que debemos hacer, lo que queremos conseguir y lo que nos gustaría realizar.
Obligaciones sin ilusiones es como el viento sin aire que azota la tierra seca; al final sólo queda polvareda.
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