La ludopatía es una adicción que engancha con la misma fuerza, síntomas y dramáticas consecuencias que cualquier otra droga.
A pesar de que esta adicción crea problemas en el
trabajo o en las relaciones personales, un jugador compulsivo no dejará de apostar. La depresión, el beber alcohol y usar drogas por lo general
van de la mano con este problema.
Es común que esta adicción no sea aceptado por el que la padece. Con lo cual, el primer paso debe ser admitir primero que hay un problema con las apuestas;
la familia y los amigos pueden brindar apoyo y el médico puede asignar un
tratamiento a seguir. En los grupos de autoayuda que se centran en esta cuestión es posible hallar vías de solución. Mediante rondas de análisis de esas experiencias, y permitiendo al
ludópata expresar lo que siente y por qué sufre, se van trabajando paso a
paso distintas acciones que posibilitan el alejamiento de la persona de
la actividad que le provoca adicción.
Los familiares de un adicto tienen que ser realistas, porque el problema no se terminará de la noche a la mañana
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