La relación entre el comprador compulsivo y la depresión

La enfermedad del comprador compulsivo se denomina Oniomanía. Estas personas presentan baja autoestima, falta de autocontrol, inseguridad, propensión a la fantasía, sensación de soledad o vacío espiritual, además, suelen padecer otros trastornos como ansiedad y depresión. 
Se busca un mejor estado de ánimo, efecto de lo comprado. Sienten el deseo de comprar después de una ruptura amorosa, de un conflicto familiar o ante cualquier problema que afecta su estado de ánimo. 
Al comprar, la persona se siente importante, viva e invencible y quedan a un lado por un periodo muy corto, los sentimientos de soledad, tensiones o disgustos.
 El estado de euforia de los compradores compulsivos es característico en el momento que reciben su mercancía, pero cambia radicalmente conforme se acerca de nuevo a su hogar o a la situación que lo inquieta. Si no puede superar su adicción o ha fracasado en varios intentos, acuda al psicólogo.

El tratamiento no es fácil, pero recuerde que cada vez que controla los impulsos irracionales que le perjudican, habrá conseguido una victoria que lo hará más libre.

¿Qué es la psicoinmunología?

 La Psicoinmunología es el estudio de las interacciones entre las emociones y la salud. 

Las emociones influyen en el estado de salud y contribuyen al riesgo de enfermar. Por lo tanto, es esencial cultivar la paz interior para que nuestro cuerpo sane.

Cuando sufrimos demasiado estrés, nuestra frecuencia cardíaca y nuestra hipertensión se disparan, además de los niveles de azúcar. Además, con el tiempo, padeceremos falta de memoria, insomnio...

Intentar ser feliz aunque sea por los demás

 Tus seres queridos quieren verte feliz, por eso, cuando no encuentres ningún otro motivo para hacer de tu vida el mejor sitio para vivir, piensa en ellos. Sé generoso con los que te quieren y e intenta ser feliz por ellos.

Si no eres feliz, actúa como si lo fueras delante de ellos, porque, si actúas como si lo fueras, llegarás a serlo.

Cómo controlar el estrés agudo

Si enfrentarte a un examen o a una discusión de tráfico son situaciones que te crean ansiedad y estrés agudo, en las que te entra miedo, sudoración y problemas en el lenguaje....  lo primero es cambiar la actitud y los pensamientos. 
Cambia la frase: "Voy a suspender" por reflexiones del tipo: " Lo haré lo mejor que pueda". Identificar y modificar pensamientos contraproducentes evita que nuestro estrés aumente.

Por otra parte, ante estas situaciones estresantes, respira de forma controlada. Una respiración entrecortada, por el contrario, impide la óptima oxigenación de la sangre. Inhala profundamente y te sentirás más sosegado.

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