Consejos para llevarse bien con el hijo adolescente

La adolescencia es un momento de crisis, los adolescentes atraviesan por importantes cambios: corporales, psíquicos y sociales.
Es un período para ayudar a los chicos a madurar a fin de que se puedan convertir en personas adultas únicas.Sin embargo, los padres demandados por la vida cotidiana, el trabajo, los problemas económicos, la pareja, los otros hijos, etc., ven allí donde antes había un niño dulce, graciosos y afectuosos, un monstruo que los odia, los desvaloriza y ya no los necesita; alguien que no puede parar de responder con gritos, bromas y gestos desagradables.
Fomentar la comunicación, en esta etapa, no es sentarse a hablar o interrogarlos, tampoco se trata de revisarles sus pertenencias en un intento desesperado de saber en que andan.
  • Es necesario generar espacios en común, en donde el diálogo aparezca espontáneamente.
  • Lea libros sobre la adolescencia. Recuerde su adolescencia. Y, cuanto más sepa usted sobre la adolescencia, mejor podrá preparar a su hijo.Comparta con su hijo los recuerdos de su propia adolescencia.
  • Si los padres tienen expectativas realistas, es más probable que los adolescentes intenten estar a la altura de las mismas .
  • No eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco.
  • Conozca a los amigos de su hijo y a los padres de sus amigos. Los padres pueden ayudarse los unos a los otros a hacer un seguimiento de las actividades de sus hijos sin que éstos se sientan vigilados.
  • Sepa identificar las señales de alarma: aumento o pérdida extrema de peso,problemas de sueño,cambios rápidos y drásticos en su personalidad,cambio repentino de amigos,faltar a clase continuamente,sacar peores notas,hablar o bromear sobre el suicidio,indicios de que fuma, bebe alcohol o consume drogas,problemas con la ley
  • Respete la intimidad de su hijo.Si usted detecta alguna señal de alarma que sugiere que su hijo puede tener problemas, tal vez no tenga más remedio que invadir su intimidad hasta llegar al fondo del problema. Pero, en caso contrario, debería mantenerse al margen.
  • No tema fijarle límites sobre la cantidad de tiempo que puede pasar delante del televisor o del ordenador (computadora). Averigüe qué aprende su hijo de los medios de comunicación y con quién se comunica a través de Internet.

La carencia afectiva infantil

La carencia afectiva es un mal que afecta a todos los rangos de edad, culturas y clases sociales.La carencia afectiva es aquella situación en la que el niño ha sufrido (por muchos motivos posibles) la privación de la relación con la madre o el sustituto materno. Esta cincunstancia genera trastornos psicológicos en los niños ,como el miedo de pérdida o de ser abandonado, y permanece en un cierto estado de búsqueda afectiva, que se manifiesta por una actitud de reasegurarse de la existencia permanente del afecto del otro y así sentirse seguro.
Consecuencia de esta carencia afectiva es también una suerte de actitud teatral, artificial, frente a la vida.  En casos más graves, el niño puede hasta fingir una enfermedad. Esa actitud teatral los lleva a desear mostrarse delante de los otros como víctimas.
El abandono es tan dañino como los malos tratos físicos o emocionales.
Los niños necesitan el acompañamiento empático de personas que sean capaces de transmitir afectividad. Esto se hace estando con ellos, jugando con ellos. Regalándoles amor y afecto en lugar de videoconsolas y juguetes. Una buena educación, la adquisición de los límites y las bases para el aprendizaje y la futura adaptación social se adquieren en el contexto de una relación con unas figuras de apego que cumplan la función de nutrir afectivamente a los niños .



Efectos emocionales del divocio en los hijos

La edad de los hijos al momento de la separación marca importantes diferencias en relación al impacto que produce en ellos

- de tres a cinco años:

  • Se sienten culpables de la situación a la que han llegado sus padres.
  • Temen quedarse solos y abandonados. 
  • Reincidencia en viejos hábitos (chupete, enuresis, etc), posesividad y orden excesivo, comportamiento excesivamente bueno, excesiva agresividad. 

- de seis a doce años:

  • Se sienten desconcertados.
  • Creen que los padres pueden volver a juntarse y presionan o realizan actos que no llevan más que a un sentimiento de fracaso .
  • Aprovechan la competencia de los padres por su afecto y lealtad, e instrumentan conductas manipulativas.
  • Pueden mostrar una excesiva responsabilidad.
  • Descenso significativo en su rendimiento escolar

- ya adolescente:

  • Miedo, soledad, depresión, y culpabilidad.
  • Dudan de su habilidad para casarse o para mantener su relación.
  • Se sienten muy ansiosos frente a la vulnerabilidad de sus padres y les preocupa su futuro.

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es la capacidad de autoafirmación personal, entendida como la expresión directa de los propios sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones, sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas.
Las personas no asertivas están llenas de ansiedad, dudas, inseguridad...y se sienten incapaces de expresar sus opiniones y sentimientos, se sienten permanentemente insatisfechas y condicionadas.
La asertividad es un eje esencial en el logro del autocontrol, del equilibrio, de la seguridad y estabilidad emocional que buscamos.
La persona asertiva:
  • Respeta los derechos del otro
  • Tiene confianza en sí mmismo
  • Puede conseguir sus objetivos
  • Se siente bien consigo mismo
  • Elige por sí mismo

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