Saber mantener conversaciones

Existen varias formas básicas de comenzar una charla: saludar a la otra persona y presentarse, hacer un cumplido, preguntar si puedes unirte al otro o pedirle que se te una,ofrecer algo, compartir sentimientos, experiencias  u opiniones personales. Al realizar esto es importante ser directo, utilizar frases cortas iniciales, mirar a los ojos y sonreír. Y para mantener la conversación es aconsejable dar nuestra opinión y luego preguntar la de la otra persona, expresar información personal (gustos, ideas...) relevante, añadir algo más aparte de lo que se nos ha preguntado o cambiar de tema de vez en cuando.

Los errores más frecuentes a la hora de ligar

El principal error es no escuchar a la otra persona: hay gente que se concentra tanto pensando en lo que va a decir y en los temas de los que puede hablar que no está pendiente lo que dice el otro.
También es un error intentar mostrarse de forma diferente a como uno es. Quienes hacen esto es porque creen que, si se comportan como son, no les van a aceptar. Pero, cuanto más natural se muestre una persona, más encanto tendrá.

Cursos para ligar

La gente que acude a los cursos para ligar suelen ser hombres, quizá porque les da menos "corte" . Normalmente son personas que no han tenido ninguna relación, por timidez o porque les cuesta relacionarse. En general, tienen pocos amigos y/o éstos se encuentran ya emparejados.

Estas personas se muestran muy interesadas en aprender a romper el hielo e iniciar conversaciones y a controlar reacciones como el rubor o  quedarse paralizados ante otras personas.

La importancia del juego en los niños

Los psicólogos aseguran que el juego es un medio de comunicación como el lenguaje hablado o incluso los gestos. Si un niño no jugara nunca, no aprendería nada, sería un ser antisocial. Jugar es imprescindible para mantener la salud mental y conocer mejor a los demás.
Además, el niño trata de superar la dependencia que tiene de sus padres a través de juegos competitivos del tipo "papá, yo soy más fuerte que tú" o  "mamá, yo corro más deprisa ".
El juego ayuda al niño a comprender y controlar el mundo, a distinguir entre realidad y fantasía y a desarrollar su capacidad semiótica. Posteriormente, con él aprende a establecer relaciones sociales con extraños y a resolver problemas. Por ejemplo, los naipes, la oca o el parchís ejercitan la colaboración y el trabajo en equipo, y ayudan a descubrir el sentido de la amistad, de la igualdad y la solidaridad.
Las muñecas enseñan los roles de padre o madre y el ajedrez mejora la concentración.El uso no abusivo de los videojuegos puede fomentar l amemoria inmediata.