Todos los sucesos negativos dejan marcas que pueden alteran la personalidad y afligen la actitud y conductas ante algunas situaciones similares. Los traumas son heridas psíquicas que ocasionan dolor y angustia.
Las personas con traumas tratan de evitar o huyen de estas situaciones como un mecanismo de defensa, ya que no han sabido asimilarlo psíquicamente ni se han adaptado a esta nueva circunstancia.
La ayuda psicológica será de vital importancia en estos casos y muy efectiva, pero también existen traumas que son pequeños, que uno mismo puede colaborar por medio del pensamiento lógico, para que de esta forma se pueda incrementar la autoestima.
Todas las personas pueden quedar traumatizadas por un hecho que ha sido negativo pero lo importante es poder enfrentarlo y no admitir que le afecte el resto de la vida. Para ello es importante:
Que tenga el apoyo de amigos y familiares o encontrar apoyo a nivel social.Visitar a un profesional, descubrir para poder comprender el porqué de ese problema y hallar una solución, por medio de conversaciones o mediante algún tipo de terapia que ayude a encontrar el origen de ese problema.El profesional lo aconsejará y con su ayuda podrá entender la irracionalidad de esas conductas y le enseñará a modificarlas por otras conductas más positivas.
Las experiencias traumáticas que se bloquean en el cerebro a través de emociones, sensaciones y vivencias negativas que vienen directamente de los recuerdos almacenados, deben procesarse a través de la estimulación cerebral y convertirse en experiencias de las que aprender.