El hombre valioso es aquél que sonríe cuando todo sale mal

Es bastante fácil ser agradable cuando la vida fluye como una canción,
pero el hombre valioso es aquél que sonríe cuando todo sale mal,

porque la prueba de fuego para el corazón es el conflicto,
que inevitablemente vendrá con los años.
Y la sonrisa que merece todos los elogios del mundo
es la sonrisa que sigue brillando a través de las lágrimas.

Si no corremos riesgos jamás alcanzaremos el éxito

Si no corremos ningún riesgo jamás llegaremos a alcanzar el arco iris.
Si nunca buscamos jamás seremos capaces de encontrar.

Si no intentamos superar nuestros temores y nuestras dudas
jamás descubriremos lo maravilloso que es vivir sin ellos.
Si no nos sobreponemos a las dificultades no ganaremos fortaleza.
Pero...
si podemos correr un riesgo de vez en cuando,
indagar y buscar, decubrir y soñar,
crecer y superarnos día a día sabiendo que
sólo podemos recibir en la medida en que damos,
y que sólo podemos aprovechar la vida si nos damos permiso para vivir...
Entonces...
podremos ser realmente felices.
Seremos capaces de alcanzar nuestro arco iris.

El equilibrio entre «dar» y «recibir» en la pareja

Con «dar» nos referimos a dedicarse y entregarse en la relación, como por ejemplo: hacer elogios, regalar y cuidar aquellos detalles que le gustan al otro, apoyar, estar disponible para construir una convivencia en común, entre otras actitudes. «Recibir» significa saber valorar lo que el otro nos da, aceptando que hace lo que puede y sabe, y no desvalorando lo recibido, esperando más o algo diferente.
Este equilibrio es una de las bases indispensables para que nuestra pareja perdure.

Consejos para elegir el psicólogo

En primer lugar, debe tener formación académica, a ser posible, expedida o avalada por la facultad de Psicología y que esté acreditado por el Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Autónoma correspondiente.
El boca a boca, en estos casos, es bueno, pero debemos entender que no todas las personas que acuden a un mismo terapeuta tienen el mismo éxito.  Sigue tu intuición.
Es aconsejable que se concierten una serie de 3 ó 4 sesiones  a modo de prueba y ver si se puede encuadrar bien el problema y se establece la confianza necesaria para trabajar.
Conviene pedir al psicólogo, si no lo dice él mismo, que nos informe de cuál va a ser el modelo terapéutico a seguir, cuánto más o menos puede durar la terapia, el coste aproximado; en definitiva, aclarar desde el principio las reglas de este intercambio profesional.