Una buena autoestima es esencial para saber perder

Sabemos que en el mundo real, no siempre los deseos se hacen realidad.

Ganar unas veces y perder otras es el precio por disfrutar de una actividad compartida. Algunos niños no saben perder y se enfadan. Si no corregimos estas actitudes desde el principio, pueden convertirse en un problema en el desarrollo social de nuestros hijos.

Es importante ayudarlos a crear una fortaleza emocional que les ayude a enfrentar los momentos de frustración y de derrota. En la medida en que nuestros hijos van creciendo hay que ir trabajando la capacidad de autocontrol con miras a ir fortaleciendo una madurez psicológica.

Fomentar y reforzar una autoestima sólida y positiva es clave para que el niño pueda enfrentar la frustración que produce la derrota sin que se convierta en problema (como una depresión, sentirse poco capaz, etc.). Un niño con una autoestima sólida, seguro de sí mismo, va a tener mayor capacidad de tolerar mejor y de una manera más positiva la frustración y la competencia.


Consejos para tener buen ánimo siempre

  1. Conserve sólo los amigos divertidos. Los depresivos tiran para abajo ¡Recuerde esto si es uno de estos depresivos! 
  2. Aprenda siempre. Aprenda más sobre computadoras, artes, jardinería, o lo que sea. No deje que su cerebro se vuelva perezoso. 
  3. Aprecie más las pequeñas cosas. 
  4. Ría muchas veces, durante mucho tiempo y muy alto. Ría hasta que le falte el aire. Y si tiene un amigo que lo hace reír ¡pase mucho y mucho tiempo con él / ella! 
  5. Cuando las lágrimas aparecieran. Aguante, sufra y supérelo.
  6. Rodéese de las cosas que ama. La familia, animales, plantas, hobbies, o lo que sea. Su hogar es su refugio.  
  7. Cuide su salud. Si es buena, manténgala. Si es inestable, mejórela. Si no consigue mejorarla, busque ayuda.
  8. Dígales a las personas que ama que las ama en cada oportunidad.

El hombre que lucha está siempre contento

Cualquier esfuerzo que se haga para sacar lo mejor de uno mismo viene acompañado de alegría que alienta la ruta y mueve a obrar en consecuencia. El resultado de todo esto es un hombre recio, sólido, firme y consistente, que no se desalienta fácilmente. Una persona así consigue lo que propone, por eso está contenta.
Luchar implica esforzarse, pelear consigo mismo, oponerse a llevar a cabo sólo lo que apetece sin más, ejercitarse en conseguir los pequeños objetivos marcados y vencer todo tipo de adversidades hasta lograrlos.

Consejos para tratar al hijo adolescente

Los cambios físicos, biológicos y emocionales de nuestros hijos se manifiestan entre los 12 y 18 años de edad, tiempo adecuado en que los jóvenes deben alcanzan la madurez.
El entorno que rodea al joven es sumamente importante para su desarrollo, ya que son vulnerables a cualquier cambio y fáciles de manipular ante las tentaciones que puedan proponer una falsa libertad.
Su madurez dependerá de la confianza y la autoestima que se hayan generado, principalmente, en el núcleo familiar. Dejar que enfrenten las consecuencias de sus actos, será fundamental ya que, de ello dependerá su capacidad para tomar decisiones.
Un joven en la edadde rebeldía busca alcanzar su individualidad, autonomía e independencia, y eso será más fácil si los padres se mantienen cerca en el proceso de cambio. Dialogar en familia y proponer será más sencillo que imponer.
Estar involucrado en sus actividades con los amigos será de mucha utilidad, siempre y cuando el joven no se sienta agredido en su intimidad. Se puede ser participativo, más no impositivo.
Mantener ocupada la mente y el cuerpo del joven con algún deporte de su preferencia, siempre resultará positivo y más aún si los padres comparten la misma actividad. Esto ayudará a fortalecer los lazos afectivos y le brindará al joven la habilidad mental y física que necesita en su desarrollo.
Nunca se debe ridiculizar a un joven frente a sus amigos, así como tampoco solapar sus malas acciones.

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