Enamorarse es sinónimo de felicidad y, por tanto, de
salud física y mental.
Las personas que tienen pareja tienen más estabilidad emocional y desarrollan capacidades como liderazgo y responsabilidad. Por otro lado, estar estar en pareja implica preocuparse por el otro, cuidar del otro, y eso da satisfacciones.
Estar en pareja también incluye cuidar de uno mismo y sentirse respetado, amado y seguro, lo que reduce las posibilidades de contraer el virus de la gripe, por ejemplo, porque se tiene un
sistema inmunológico fortalecido.
Si bien proporciona estabilidad emocional y las consecuentes ventajas en la salud, también requiere una enorme tolerancia, comprensión, pasión, fidelidad, una pizca de amor materno, paterno y otra de amor propio. Y todo eso supone una buena dosis de madurez.