La lucha de poder en la pareja

En toda relación de pareja siempre existe uno más fuerte que el otro, uno que "sostiene" y otro que se "apoya". Estos roles no siempre son constantes en una pareja, sino que se van alternando y se muestran de forma opuesta según el aspecto de la vida en común de que se trate.
Los conflictos aparecen cuando siempre es uno de los miembros el que domina al otro en cualquier aspecto de la vida en común, cuando los dos inyentan manejar la relación o cuando ambos adoptan siempre la posición de dominado.
Además, existen actitudes muy concretas que generan luchas de poder en la pareja: descargar toda la artillería de culpas a fin de evitar enfrentarse con los propios miedos, transformar la relación en un juego de víctima-verdugo...Estos comportamientos son el detonante de una guerra, ya sea abierta o soterrada, de la que nadie saca provecho.
Sin embargo, un equilibrio de poder en la pareja permite que las crisis sirvan para efectuar cambios o dejar a un lado viejos modelos de comportamiento que tal vez ya están gastados y perjudican la relación.

Cómo reñir a nuestros hijos





  • Hacerlo siempre con respeto, nunca insultar
  • Debemos buscar el momento oportuno.
  • Transmitir nuestro mensaje con claridad, tranquilos, diciéndole claramente lo que queremos de él.
  • Intentar llegar a acuerdos sobre cómo se va a producir ese cambio de actitud.

La recuperación es un proceso de aprendizaje

La recuperación consiste en aprender a amarte y apreciarte lo suficiente como para que ya no quieras destruirte. Consiste en perdonarte y perdonar a otros.
La recuperación consiste en abandonar las elevadas expectativas de perfección que te has impuesto e impones a otros.Es aprender a amar, a aceptarte y aceptar a otros de manera incondicional.

Las consecuencias de la Desidia

Sumirse en una pereza patológica puede desembocar en un estado depresivo que requiera incluso tratamiento psiclógico. Estos son su perjuicios:
  • Deteriora las relaciones : Al vago hay que hacerle todo, y cuando su pareja quiere que haga algo, acaba exigiéndoselo. De este modo, la pareja acaba considerando el reparto de tareas injusto, algo que mina la convivencia.
  • Daña la autoestima : En una sociedad en la que se valora por encima de todo el trabajo, no estar a la altura de las circunstancias puede crear problemas de autoestima. El perezoso va quedándose atrás y acaba autoexcluyéndose.
  • Provoca aburrimiento : La monotonia estimular hace que la persona se sume en un constante estado de desinterés y apatía, al que no sabe encontrar salida, sobretodo en estas sociedades urbanas en donde las personas viven aisladas.
  • Genera recelo y soledad: El sentimiento que tienen hacia un perezoso el resto de personas es de desconfianza. Consieran que no pueden contar con ellos para nada y que, tarde o temprano, serán traicionados.
  • Dificulta los logros: Las personas perezosas tienden a no ponerse metas en la vida, de tal forma que la mayoría acaban estancadas en el terreno profesional y personal.

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