Qué hacer si un niño rechaza a su padre

En ocasiones, un niño rechaza asu padre en algún momento de su desarrollo, especialmente cuando su madre está presente. El niño aparta al padre, no quiere que se le acerque y se pega con desesperación a la madre.
Las familias viven esta etapa con desconcierto y angustia. El padre se siente apartado y puede reaccionar con despecho, considerando que el niño está demasiado apegado y que la madre lo sobreprotege.
Si el padre se enfada con el niño o con ella puede que la mujer se sienta culpable y termine obligando al niño a apartarse de ella, lo que no suele tener buenas consecuencias para nadie.

Esta etapa es una etapa más del desarrollo del niño. No debe ser vivida como un problema, aunque se conjuguen intensos sentimientos en la familia. Aunque no todos los niños pasan por ella hay que estar preparados, especialmente si el papel del padre en la crianza no ha sido de gran implicación.

Cuando un bebé es pequeño su universo es su madre. El descubrimiento de la existencia propia y separada de la madre puede suponerle tensión y angustia y desencadenar que exprese su trastorno en las separaciones o en rabietas difícilmente comprensibles. Hay que tener paciencia y respetar el proceso.
El padre debe aprender a ser un pilar de confianza y seguridad para su hijo, mediante el respeto y no la imposición o el enfado.
Su papel debe ser de espera atenta y amorosa, pero nunca una presencia que se imponga y separe al niño en el momento de angustia de la madre. Como todo, pasará, y saber afrontarlo reforzará a la larga en vínculo entre padre e hijo. Proponerle juegos en los que estemos pendientes de su deseo de relacionarse o alejarse. Juegos divertidos o cuentos que construyan un universo común de experiencias enriquecedoras y cariñosas serán la base sobre la que la confianza mutua podrá crecer.

Debemos enseñar a nuestros hijos a manejar las frustraciones

Desde niños, se empieza a experimentar algunas situaciones de fustración, por ejemplo cuando no se consigue el juguete que se quiere o no se logra que los demás hagan los que los niños desean.
Debe formar parte de la educación de los hijos enseñarles a manejar las frustraciones. Los padres deben evitar satisfacer continuamente sus deseos por temor a un enfado o rabieta, o porque desean evitarles este sentimiento. Lo único que lograrán es que sus hijos no estén preparados para afrontar situaciones frustrantes.
Los niños o niñas que peor manejan el “perder” son aquellos que viven en ambientes muy competitivos o que la lucha por el cariño y el alimento es una regla de vida. Se evidencia mayor incomodidad en niños que sus padres tienden a competir todo el tiempo, a establecer lucha de poderes y los niños no pueden acceder emocionalmente a la experiencia de “saber perder”.
Todos debemos aprender a manejar la frustración. Para ello, es necesario aceptar la causa que la provocó y no permitir que las consecuencias de la misma nos sobrepasen.

Sé bondadoso contigo mismo

Siempre habrá ocasiones en las que será difícil recordar tus puntos fuertes. Es, en esos momentos, cuando más necesitas dedicarte una atención especial.
Sé bondadoso contigo mismo...La bondad alimenta y da esperanzas a los sueños que crecen.
Respétate a ti mismo...Presta atención a tus necesidades y date el mismo trato que darías a un buen amigo.
Date alientos...Recuerda lo que realmente quieres y lucha por lograrlo como lo harías por tu vida.
Apréciate a ti mismo...No des nunca por sentadas las cualidades que hacen de ti un ser único.
Concéntrate...Será con disciplina y motivación que podrás avanzar hacia tu meta.
Sé generoso contigo...De esa manera, tu fuerza crecerá y podrás ir concretando tus proyectos día a día.

Cosas que nunca se deben decir en la primera cita

1. Nunca se puede hablar del “matrimonio” en una primera cita. Puede que tu pareja salga escapando asustado.
2. No es conveniente hablar de tus parejas anteriores.  Si se toca el tema, procura hacerlo brevemente sin dar muchos detalles. 
3. No menciones a otras citas. No le hagas sentir que está en una competencia.
4. No sienta nada bien hablar por el móvil mientras estas en una cita. Si se trata de una llamada importante, pídele disculpas y habla frente a el/ella.
5. No hables de sexo.
6. No hables de ti durante toda la cita. Si deseas conocer a tu cita debes dejarla hablar y prestarle atención.
7. No hables sobre tus problemas familiares. Mencionar a la familia y sus conflictos o problemas puede aburrir o asustar a la cita.
8. No desahogues tu estrés laboral con tu cita. Si ella o él te pregunta sobre tu trabajo, cuéntale pero sin darle muchos detalles. Nunca preguntes cuánto gana.
9. No le preguntes sobre su peso. Menos aun cuando la chica no es delgada. Un chico no debería preguntarle a una chica cuánto pesa, porque quedaría como un tipo superficial que solo se fija en la apariencia. Tal vez cuando entren en confianza podría hablar sobre este tema.
10. No critiques el lugar de la cita. Si no te gusta el lugar pero te interesa la persona, entonces invítalo a una nueva cita y escoge tú el lugar.
11. No hables de mujeres. Muchos hombres cometen el error de hablar de la belleza o cuerpo de otras mujeres. Es una falta de respeto que hará que tu cita salga corriendo. 
12. No le pidas compartir la cuenta. Si eres caballero y tú estás invitando debes correr con todos los gastos, a menos que ella insista en compartir la cuenta. Si es mujer quien invitó, entonces deberá ser ella quien pague y sugerirle que él invite en la segunda cita.

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