Consejos para recuperar tu autoestima.

1. Mantenerte alerta de tu manera de comportarte y tus reacciones ante las situaciones de la vida diaria. También es importante que vigiles tus pensamientos y todo lo que constantemente te estás diciendo a ti mismo. Al examinar e identificar tus pensamientos negativos, podrás dejar de condenarte por tus errores y decir, por ejemplo: “yo tengo el derecho de cometer errores, ya que así es como se aprende.”
2. Identifica cada vez que te digas a ti mismo algo que te quite valor. Por ejemplo: “No sirvo para esto”, “nunca voy a aprender a…”, y reemplazarlos por declaraciones más positivas, como: “yo soy capaz de aprender todo lo que me proponga”. Tú tienes en tus manos la decisión de hacer mejor las cosas, sólo tienes que aprender a valorarte.
3. Determina cuáles habilidades o capacidades son importantes para ti. No importa si no te crees capaz de desarrollarlas. Si es importante para ti, puedes aprender cualquier cosa. En el caso de las personas con capacidades diferentes, hay muchas cosas que pueden hacer mejor que cualquier otro.
4. Mantente motivado constantemente para que seas perseverante y puedas lograr tu objetivo. Si tienes sueños, ellos van a ser tu motivación más importante para seguir adelante.
5. Confía en ti. Esto lo puedes lograr a través del método de pequeños éxitos. Se trata de proponerte metas sencillas que puedas ir alcanzando una por una. Una vez que hayas logrado un pequeño éxito en una determinada tarea, te sentirás capaz de hacer cosas cada vez más difíciles, y así es como la confianza en ti mismo va a ser cada vez mayor

¿Por qué es bueno reirse?

Estas son algunas razones para que no te olvides de sonreir cada día:
- Inmuniza contra la depresión y la angustia.
- Al reírnos segregamos más adrenalina, lo que potencia la creatividad y la imaginación.
- Al reír el cerebro hace que nuestro cuerpo segregue endorfinas, sedantes naturales del cerebro similares a la morfina que actúan como drogas naturales y en cientos de veces resultan más fuertes que la heroína y la morfina, y por cierto no tienen efectos secundarios. Cinco o seis minutos de risa contínua actúa como un analgésico.
- Al reírnos estamos haciendo ejercicio. Por cada carcajada ponemos en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa.
- La columna vertebral y cervicales es la zona donde por lo general se acumulan tensiones y al reírnos se estiran. Además se estimula el bazo y se eliminan las toxinas. Con este movimiento se origina un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas.
- Nos limpia: Al reírnos se lubrica y limpian los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despeja la nariz y el oído.
- Oxigenación: Cundo reímos entra el doble de aire en los pulmones, de ahí que la piel se oxigene más. En concreto, los pulmones mueven 12 litros de aire en vez de los 6 habituales, lo que mejora la respiración y aumenta la oxigenación.

Consejos para reir más en tu vida cotidiana

1. Practica reír 5 minutos al día. Finge reír hasta que lo logres.
2. Busca el humor a tu alrededor – en carteles, en el comportamiento de las personas, en la TV, en los periódicos, en las cosas que otros dicen, en las cosas alocadas que te suceden. Lleva un diario.
3. Comparte tus momentos embarazosos con otras personas.
4. Aprende a jugar con cosas que son serias como el trabajo, aspectos sociales, dinero, etc. Por ejemplo: utiliza juego de palabras, canciones tontas o desarrolla una visión cómica del problema para ayudarte a reír y lidiar con ello.
5. Ríe con otras personas cuando ellas lo hagan.
6. Intenta una sonrisa. Estás un paso más cerca a la risa.
7. Busca entretenimiento que te haga reír.
8. Diviértete con tu propio sentido del humor.
9. Escucha diariamente un CD que contenga risas o busca en internet videos que te hagan reír.
10. Compra juguetes graciosos que te hagan reír.
11. Ponte sombreros que te hagan reír.
12. Cultiva tu alegría innata.
13. Sé creativo con respecto a las cosas que te entretienen.
14. Asegúrate de disfrutar.
15. Date permiso para reír cuando sientas ganas de hacerlo.
16. Haz por lo menos una cosa graciosa al día.

Causas de la depresión infantil


Cuando un niño presenta sintomatología depresiva, no debemos pensar siempre que se trata de meras preocupaciones infantiles pasajeras.


 depresion sentimiento de culpa
La depresión en niños es la tendencia constante hacia un estado de ánimo decaído, exagerando siempre los aspectos negativos de todo lo que sucede y envolviendo a la persona en una sensación de tristeza y desmotivación continuada.
En cuanto a las posibles causas; hay causas personales (niños que tienen una personalidad con tendencia pesimista), y otras pueden depender de la edad del niño (lo cierto es que en función de la personalidad y circunstancias propias, las causas variarán):
- De 3 a 4 años: Ausencia de la persona que le cuidaba siempre o desatención de sus necesidades.
- De 5 a 10 años: Priman las causas familiares (situaciones inestables entre los padres, discusiones, divorcios, etc.) y sociales (cambios en las relaciones con los compañeros, situaciones conflictivas en la escuela...)

Los niños que pasan por una depresión que no se acaba de superar tienden a ser más negativos y pesimistas en la edad adulta, de alguna manera se aprende a comportarse de esta forma, hay que enseñarles otros patrones.
Por ello, es necesario contar con la ayuda de un profesional que en un primer momento, ayudará al niño a cambiar de perspectiva.

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