¿Quieres volver a sentirte vivo?

Evita que tu mente permanezca adormecida e indiferente ante los deleites sensoriales que te rodean. Siente la textura de las cosas. Hunde las manos en la tierra. Acaricia a tus hijos, a tu pareja o a tu mascota. Pasa las manos por la corteza de un árbol.
Presta atención a los sonidos de la naturaleza: el repicar de la lluvia en el tejado, el sonido del viento, las olas del mar al romperse en la playa.

Prueba las cosas como si fuese la primera vez

Si quieres volver a sentirte vivo, intenta saborear las cosas como si fuese la primera vez. Muerda una manzana ácida, saborea un pastel de cereza recién horneado o bebe un vaso de zumo de naranja recién exprimido. Deja que gocen tus papilas gustativas de nuevo. Si tienes pareja, bésala y saboree el beso como si fuera el primero.

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