Cuando una persona es engañada sufre dolor por el abandono, humillación y rabia. Si los lazos con el otro son fuertes y ambos quieren salir adelante y conservar la relación es necesario que se trabaje para cicatrizar estas heridas. Es necesario expresar lo que sentimos y analizar las causas que llevaron al engaño e intentar resolver esos problemas. Esta es la opción para quienes se amen lo suficiente y sean fuertes para perdonar y olvidar; de otro modo, el conflicto entre ambos seguirá presente y tarde o temprano la pareja se romperá.
Aunque cueste comprenderlo, hay quienes optan por recuperar el amor y trabajar para alcanzar la paz interior, trabajando codo a codo con la pareja para poder salir a flote. Pero para ello se necesita mucha madurez y, sobre todo, mucho mucho amor.
Si se va a perdonar una infidelidad, es necesario hacerlo de sinceramente y de corazón y no volver a tocar el mismo tema en la mas mínima discusión, ya que esto solo creará daño, dolor en la pareja, y deteriorará nuevamente la relación. Si existe honestamente el deseo por parte de ambos miembros de continuar con el matrimonio, se debe intentar retomar el amor.
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