Cambiar radicalmente los hábitos alimenticios, de sueño y hasta de vestido cuando se vuelve al trabajo es un gran error. El cambio se debe hacer paulatinamente.
Intenta tomar las siguientes medidas para que tu organismo no se desequilibre:
- Una semana antes de regresar al trabajo, gradualmente levántate temprano, así tu cuerpo se irá acostumbrando.
- En la alimentación es muy importante que tengas los mismos horarios, de lo contrario vendrán trastornos como estreñimiento o gastritis.
- Al volver al trabajo, usa los recuerdos de los buenos momentos de las vacaciones como una fuente de energía para enfrentar tus problemas.
- Desarrolla sentimientos positivos ante el trabajo o los estudios, recuerda además que siempre existirán los fines de semana.
- Con tus compañeros emplea el sentido del humor, fomenta la comunicación y evita conflictos, así como transmitir a los hijos lo bonito que es regresar al trabajo y escuela.
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