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Causas de la depresión infantil


Cuando un niño presenta sintomatología depresiva, no debemos pensar siempre que se trata de meras preocupaciones infantiles pasajeras.


 depresion sentimiento de culpa
La depresión en niños es la tendencia constante hacia un estado de ánimo decaído, exagerando siempre los aspectos negativos de todo lo que sucede y envolviendo a la persona en una sensación de tristeza y desmotivación continuada.
En cuanto a las posibles causas; hay causas personales (niños que tienen una personalidad con tendencia pesimista), y otras pueden depender de la edad del niño (lo cierto es que en función de la personalidad y circunstancias propias, las causas variarán):
- De 3 a 4 años: Ausencia de la persona que le cuidaba siempre o desatención de sus necesidades.
- De 5 a 10 años: Priman las causas familiares (situaciones inestables entre los padres, discusiones, divorcios, etc.) y sociales (cambios en las relaciones con los compañeros, situaciones conflictivas en la escuela...)

Los niños que pasan por una depresión que no se acaba de superar tienden a ser más negativos y pesimistas en la edad adulta, de alguna manera se aprende a comportarse de esta forma, hay que enseñarles otros patrones.
Por ello, es necesario contar con la ayuda de un profesional que en un primer momento, ayudará al niño a cambiar de perspectiva.

¿Por qué no puedo parar de morderme las uñas?

 El morderse las uñas (onicofagia) es un mal hábito que tienen más de un 30 % de los adolescentes y algo más del 5% de los adultos.Muchos especialistas asocian esta acción completamente involuntaria a personas que sufren ansiedad, depresión o incluso  angustia.
Para muchas  de estas personas el morderse las uñas empieza como una manera de distraerse y acabar con la ansiedad que sufren en un momento determinado. Luego se convierte en un acto reflejo inconsciente y automático que es cada vez más difícil de dejar.
La onicofagia tiene a su vez consecuencias que van más allá de la estética. El comerse continuamente las uñas puede causar problemas en su crecimiento e incluso pequeñas heridas inflamadas y dolorosas en el dedo. También es verdad que se ha demostrado que una cuarta parte de las personas que  tienen dolor en ciertas articulaciones de la mandíbula se muerden las uñas. Igualmente este problema puede provocar alteraciones en los dientes por el continuo movimiento del incisivo superior contra el inferior.
Es un problema de origen nervioso, con lo que si se presiona demasiado a quien la sufre solo se consigue  el efecto  contrario. Hay que conseguir que la persona afectada entienda el problema e intentar recurrir a algunos sustitutos  en momentos de tensión, como comer chicle o mantener las manos ocupadas llevando en ellas por ejemplo una pequeña pelota. También resulta efectivo en los adultos hacerse la manicura con una capa de esmalte que ayude a evitar tentaciones.

¿Puede cambiar su personalidad un narcisista?

Las personas con una personalidad narcisista tienen un sentido de superioridad y una creencia exagerada en su propio valor o importancia, lo que los psiquiatras llaman “grandiosidad”. La persona con este tipo de personalidad puede ser extremadamente sensible al fracaso, a la derrota o a la crítica y, cuando se le enfrenta a un fracaso para comprobar la alta opinión de sí mismos, pueden ponerse fácilmente rabiosos o gravemente deprimidos. Como creen que son superiores en las relaciones con los otros, esperan ser admirados y, con frecuencia, sospechan que otros los envidian. Los narcisistas provocan en los demás rechazo y carecen de empatía. Su comportamiento es a menudo ofensivo para otros, que les encuentran egocentristas, arrogantes o mezquinos.
El narcisista es un enfermo muy difícil de tratar. De acuerdo con los expertos, la mayoría de los narcisistas no tienen la capacidad de cambiar. Es la persona que tiene que convivir con él o ella, quien debe modificar su actitud.

El anciano apático

Hasta un 20% de las personas de más de 80 años presenta apatía, el síntoma depresivo más frecuente. Este tipo de trastorno suele estar infradiagnosticado y la mayoría de médicos lo consideran normal.
Cuesta mucho diagnosticarla pero hay soluciones.
Es un problema sanitario, social y familiar, al que tendremos que contribuir todos.
También hace falta prestar especial atención a los medicamentos que toman los ancianos pues se ha demostrado que la mayoría de los mayores de 75 años toman más de cinco medicamentos al día, y algunos de ellos pueden interactuar provocando efectos secundarios negativos.

¿Qué debemos hacer cuando un niño ha sido abusado sexualmente?

- Si el niño lo dice, escúchele y tómele en serio. Los niños muy pocas veces inventan historias de abuso sexual.

- Si usted está alarmado o siente vergüenza, no se lo demuestre al niño; pues él se sentirá más afectado.
 

- No le presiones. Apoya al niño evitando gestos, preguntas o juicios que le hagan sentirse aún más angustiado o culpable.
 

- Si el niño o niña decide hablar, anímale y muéstrale confianza para que diga la verdad y hable con libertad. No lo juzgue, ni lo hagas sentir culpable.
 

- Solicite apoyo a algún especialista para ayudar al niño y también a la familia en la forma que debe tratar el problema.
 

- Prepara al niño para esa ayuda. Explícale que tendrá que conversar con otras personas de lo sucedido. Y que todo será muy bueno para él.
 
- Se debe denunciar ante las autoridades a la persona que abusó sexualmente del niño
 

- Comunicar a los Servicios Sociales.

Cómo puedo proteger a mis hijos del abuso sexual

El abuso sexual es cualquier actividad sexual con o sin violencia entre un adulto y un menor de edad, o entre dos menores cuando uno ejerce poder sobre el otro. También es forzar, coaccionar o persuadir a un niño a participar en cualquier tipo de actividad sexual.
La mejor forma de proteger a su hijo es previniéndolos, es muy importante tener una relación próxima con ellos de tal forma que si les pasa algo, tengan la confianza para contarnos.
También es importante enseñarles a auto protegerse a medida que el niño vaya creciendo. A los tres años se les puede ayudar a conocer las partes de su cuerpo, brazos o piernas, pene o vagina.
No se debe hacer hincapié en la conversación en los genitales, sino encuadrarla en el conocimiento global del cuerpo. Debemos enseñarles que en el cuerpo existen zonas privadas, que no enseñamos porque son íntimas y que nadie puede forzarlos para tocarles sus partes privadas, ya sea un tío, primo o hermano o padre.
También será de vital importancia que nadie puede obligarles a guardar un secreto y que siempre deben confiar en sus papás si les pasa algo. Solamente explicarles, pero no exigirles, que digan NO frente a determinadas caricias que no les agraden o que los haga sentir incómodos.

Los grupos de ayuda mutua o GAM

Existe una manera de hacer terapia, de forma alternativa, que no necesita de la presencia de un psicólogo o un profesional experto. Es un nuevo modelo terapéutico en auge que se está aplicando cada vez con más éxito. Se conoce con las siglas GAM.
Los grupos de ayuda mutua se forman de manera voluntaria para dar respuesta y cubrir las necesidades originadas de una situación compartida por todos sus miembros, sin la presencia de un profesional/psicólogo que guie a sus componentes.
En estos grupos los miembros aprenden a escuchar y a valorar los problemas de los demás ayudándoles, y por ello se convierten en grupos de apoyo emocional. Por eso también pueden recibir el nombre de grupos de autoayuda, grupos de autoapoyo o grupos de soporte.
Cada grupo es único y particular. Va fijando sus metas y sus objetivos en función de sus necesidades, pero sí es cierto que hay ciertas funciones comunes:
  1. Actúan y facilitan un apoyo psicológico a todos sus miembros.
  2. Intentan potenciar las relaciones sociales de sus afectados y que estos puedan rehacer sus relaciones (salir del aislamiento, conocer a otras personas...).
  3. Informan sobre los recursos existentes para hacer frente a la problemática (recursos económicos, sociales, asistenciales…).
  4. Sirven para sensibilizar a la población de su problemática y ejercer la presión o los derechos de reivindicación necesarios (realizan campañas, salidas…). Esta última función no siempre es necesaria, pero muchos grupos la incluyen.

Los GAM proporcionan un lugar donde expresar nuestros miedos y angustias, y también las alegrías y los objetivos conseguidos, pero sobre todo nos ayudan a desprendernos del egocentrismo cuando vemos que hay otras personas que también lo están pasando mal.

Los Transtornos del Apredizaje en los niños

Los Trastornos del Aprendizaje se caracterizan por una serie de dificultades que afectan a la lectura, escritura o cálculo, que supone un serio obstáculo para el progreso normal del niño por su repercusión en los aprendizajes posteriores y en su rendimiento académico general, desencadenando, a largo plazo, efectos negativos sobre la autoestima, el autoconcepto y las relaciones sociales.
Existen ciertas indicaciones que podrían significar que el niño tiene un problema de aprendizaje, algunas de ellas son:
· Puede tener problemas en aprender el alfabeto, hacer rimar las palabras o conectar las letras con sus sonidos.
· Puede cometer errores al leer en voz alta, y repetir o detenerse a menudo.
· Puede no comprender lo que lee.
· Puede tener dificultades con deletrear palabras.
· Puede tener una letra desordenada o tomar el lápiz torpemente.
· Puede luchar para expresar sus ideas por escrito.
· Puede tener dificultades en recordar los sonidos de las letras o escuchar pequeñas diferencias entre las palabras.
· Puede tener dificultades en comprender bromas, historietas cómicas ilustradas y sarcasmo.
· Puede tener dificultades en seguir instrucciones.
· Puede pronunciar mal las palabras o usar una palabra incorrecta que suena similar.
· Puede tener problemas en organizar lo que desea decir o no puede pensar en la palabra que necesita para escribir o conversar.
· Puede confundir los símbolos matemáticos y leer mal los números.
· Puede no poder repetir un cuento en orden (lo que ocurrió primero, segundo, tercero).
· Puede no saber dónde comenzar una tarea o cómo seguir desde allí.

Los tipos más comunes de Trastornos de Aprendizaje son Dislexia, Discalculia, Disgrafía

Consejos para ayudar a su hijo:
- Estar informado sobre el proceso escolar de su hijo y su rendimiento escolar.
- Mantener estrecho contacto con los docentes de su hijo, generalmente son ellos los que primero detectan.
- Observar a su hijo cuando lee, escribe, habla, hace deberes.
- Consultar con un especialista en el tema ante la menor duda.

Señales de alarma de su hijo adolescente

Los adolescentes, especialmente aquellos con baja autoestima o con problemas familiares tienen un alto riesgo de un número de comportamientos auto-destructivos tales como usar drogas o alcohol o tener relaciones sexuales sin usar protección. La depresión y los trastornos alimentarios también son problemas importantes en los adolescentes. Las siguientes pueden ser señas de alarma de que su hijo tiene un problema:
  • Comportamiento agitado o inquietud
  • Subir o bajar de peso
  • Una baja en sus calificaciones
  • Dificultad de concentración
  • Sentimientos continuos de tristeza
  • No importarle las personas ni las cosas
  • Falta de motivación
  • Fatiga, pérdida de energía y falta de interés en las actividades
  • Auto estima baja
  • Dificultad para dormir

Miedos normales en los niños

Algunos padres creen que sus hijos pueden sufrir un problema psicológico cuando estos les cuentan sus preocupaciones. Sin embargo, es propio del desarrollo del pequeño pasar por etapas en las que estos temores -muchos de los cuales tienen el componente fantasioso típico de la infancia- adquieren protagonismo. Su desarrollo cognitivo les impide enfrentarse de forma racional a sus temores. Pero, a medida que crecen, mejora su capacidad cognitiva y los miedos remiten. En esta tabla se reflejan los miedos infantiles considerados normales:
  • 0-6 meses: pérdida súbita de la base de sustentación (del soporte) y ruidos fuertes.
  • 7-12 meses: a las personas extrañas y a objetos que ve de manera inesperada.
  • 1 año: separación de los padres, a los retretes, heridas, extraños.
  • 2 años: ruidos fuertes (sirenas, aspiradores, alarmas, camiones...), animales, oscuridad, separación de los padres, objetos o máquinas grandes y cambios en el entorno personal.
  • 3 años: máscaras, oscuridad, animales, separación de los padres.
  • 4 años: separación de los padres, animales, oscuridad y ruidos.
  • 5 años: animales, separación de los padres, oscuridad, gente "mala", lesiones corporales.
  • 6 años: seres sobrenaturales, lesiones corporales, truenos y relámpagos, oscuridad, dormir o estar solos, separación de los padres.
  • 7-8 años: seres sobrenaturales, oscuridad, temores basados en sucesos emitidos en los medios de comunicación, estar solos, lesiones corporales.
  • 9-12 años: exámenes, rendimiento académico, lesiones corporales, aspecto físico, truenos y relámpagos, muerte y, en pocos casos, a la oscuridad.

Sesiones de grupo para familiares de personas con enfermedades degenerativas

 Un día el mundo se les vino encima. Un ser querido sufre una enfermedad degenerativa: alzhéimer, párkinson, demencia... De pronto, madres, esposas, maridos se convierten en desconocidos que no pueden vivir solos. ¿Qué hacer? Gracias a las terapias de grupo, muchas personas han aprendido a cuidar de sus familiares.
Combatir la soledad es la principal aflicción que aqueja a los cuidadores. Todos necesitamos desahogarnos de vez en cuando, y ellos mucho más.
Ahora bien, no se trata de soltar todos los demonios y pasar a otra cosa.  A veces se critica a familiares, amigos o a los médicos, pero lo que se habla no sale de allí.  Hay personas que están en una crisis tan profunda, tienen una carga tan pesada y han tragado tanto que, antes de entrar al grupo, necesitan una atención más personal.
El grupo no debe cuestionar, por eso es básica la presencia del especialista, como experto y como mediador.

Discutir delante de los hijos

La presencia de los hijos en los conflictos entre los padres llega a ser un factor de riesgo importante en la aparición de problemas de conducta. Una de las consecuencias más directas es el ejemplo que les ofrecen los adultos a la hora de resolver conflictos entre ellos.

Los hijos e hijas expuestos a frecuentes conflictos y peleas entre sus padres tienen más probabilidad de aprender el comportamiento agresivo como forma de resolver los problemas, generalizándolo a las relaciones sociales con personas de otros ambientes de su día a día, como la escuela.

Los conflictos entre los padres afectan por igual a hijos e hijas, influyendo más a los adolescentes que a los más pequeños. Desde que son pequeños debemos enseñar a los niños a resolver los conflictos con otras personas a través del lenguaje, expresando sus sentimientos con frases adaptadas a su edad. A pesar de que los niños menores de tres años solucionan los problemas a través de empujones y golpes debido a su estadio evolutivo, tenemos que empezar a enseñarles con frases cortas y claras cómo pueden solucionar los problemas verbalmente. “No me gusta”, “Me has hecho daño”, pueden ser algunos ejemplos que sirven para verbalizar en el momento lo que sienten cuando otro niño les agrede.

Cómo afrontar la vuelta al trabajo después de ser mamá, sin sentimientos de culpa

Volver a trabajar muchas veces supone un conflicto emocional para madres primerizas. Muchas mujeres temen que llegue el día en que su baja por maternidad se termine y no saben cómo van a afrontar esta estapa pues se sienten culpables. En primer lugar, fuera culpas, pues trabajar fuera de casa no te hace una mala madre.  Recuérdate constantemente que lo que estás haciendo es lo mejor para ti y para tu familia.
Busca el servicio adecuado de cuidado para tu bebé, con cuidadoras cualificadas.Recuerda que una buena y estimulante guardería prepara al niño para la escuela, intelectual y socialmente.
Habla con tu jefe. Puedes preguntarle la posibilidad de tener un horario flexible, trabajar desde casa o trabajar medio tiempo. Hazlo, de ser posible, antes de que tomes la baja por maternidad.
Si planeas continuar amamantando después de regresar al trabajo, píde una habitación privada para sacarte leche. Considera comprar un saca-leche eléctrico que te permita sacarte leche de ambos senos a la vez.
Si puedes, vuelve a trabajar en uno de los últimos días de la semana. Eso hará que tu primera semana de regreso sea más corta y por lo tanto puedas hacer el cambio poco a poco. Evita volver al trabajo si la fecha coincide con otro gran evento familiar como cambiarse de casa o escuela o una crisis personal.
Organízate y planea una llamada diaria a la cuidadora de tu bebé para saber cómo está. Deja tiempo después del trabajo para reconectarte con tu bebé.
Planea también qué harás cuando tu bebé esté enfermo o cuando su cuidadora no esté disponible en un día de trabajo.
Busca ayuda en familiares, amigos, y comparte obligaciones con tu pareja.
Pero sobre todo mantén una actitud positiva.

La fobia social de mi hijo

La fobia social es un problema de ansiedad basado en un temor a situaciones sociales, como hablar en público o algunas otras actividades de expresión. La fobia social podría ser un problema que continua durante la vida del  niño, y permanecer hasta que llegue a ser un adulto. En la escuela puede temer a contestar preguntas, leer en voz alta, a hacer deportes o actividades musicales. Puede evitar ir a fiestas o salir con alguien, y tener pocos o ningún amigo. ¿Cuál es la causa de la fobia social? puede deberse a :
  • Temperamento del niño: Algunos niños son más temerosos a personas desconocidas, lugares, o cosas que otros niños. Esto puede verse incluso cuando son bebés. Estos niños pueden desarrollar FS más fácilmente.
  • Historia familiar: Tener un familiar cercano con FS u otro desorden de ansiedad.
  • Comportamiento social familiar: El comportamiento (forma de actuar) puede ser imitado por un niño de padres que demuestran temor a situaciones sociales. Por ejemplo, si uno de los padres evita salir al público, su niño también podría también evitar hacerlo.
  • Comportamiento de los padres hacia el niño: Tener padres que son demasiado protectores, demandantes y juzgan demasiado.
Debido a los graves problemas que pueden venir junto con la fobia social, recibir tratamiento de un profesional es muy importante.
Por su parte, intente ser un modelo positivo para su niño. Aprenda formas de controlar su propia ansiedad. Su niño aprenderá de observar su comportamiento.
Anime a su niño a socializar. Ayude a su niño a desarrollar sus habilidades sociales. Ayúdelo a enfrentar sus miedos y desarrollar formas de lidiar con ellos, como pensar en otras cosas. Elogie y recompense a su niño cuando se necesite.
No pierda el tiempo y busque ayuda inmediata si:
  • Su niño siente ganas de lastimarse a si mismo.
  • Su niño tiene dificultad para respirar, dolores de pecho, o una respiración rápida.
  • Su niño acaba de tener una convulsión.

Qué hacer si un niño rechaza a su padre

En ocasiones, un niño rechaza asu padre en algún momento de su desarrollo, especialmente cuando su madre está presente. El niño aparta al padre, no quiere que se le acerque y se pega con desesperación a la madre.
Las familias viven esta etapa con desconcierto y angustia. El padre se siente apartado y puede reaccionar con despecho, considerando que el niño está demasiado apegado y que la madre lo sobreprotege.
Si el padre se enfada con el niño o con ella puede que la mujer se sienta culpable y termine obligando al niño a apartarse de ella, lo que no suele tener buenas consecuencias para nadie.

Esta etapa es una etapa más del desarrollo del niño. No debe ser vivida como un problema, aunque se conjuguen intensos sentimientos en la familia. Aunque no todos los niños pasan por ella hay que estar preparados, especialmente si el papel del padre en la crianza no ha sido de gran implicación.

Cuando un bebé es pequeño su universo es su madre. El descubrimiento de la existencia propia y separada de la madre puede suponerle tensión y angustia y desencadenar que exprese su trastorno en las separaciones o en rabietas difícilmente comprensibles. Hay que tener paciencia y respetar el proceso.
El padre debe aprender a ser un pilar de confianza y seguridad para su hijo, mediante el respeto y no la imposición o el enfado.
Su papel debe ser de espera atenta y amorosa, pero nunca una presencia que se imponga y separe al niño en el momento de angustia de la madre. Como todo, pasará, y saber afrontarlo reforzará a la larga en vínculo entre padre e hijo. Proponerle juegos en los que estemos pendientes de su deseo de relacionarse o alejarse. Juegos divertidos o cuentos que construyan un universo común de experiencias enriquecedoras y cariñosas serán la base sobre la que la confianza mutua podrá crecer.

Debemos enseñar a nuestros hijos a manejar las frustraciones

Desde niños, se empieza a experimentar algunas situaciones de fustración, por ejemplo cuando no se consigue el juguete que se quiere o no se logra que los demás hagan los que los niños desean.
Debe formar parte de la educación de los hijos enseñarles a manejar las frustraciones. Los padres deben evitar satisfacer continuamente sus deseos por temor a un enfado o rabieta, o porque desean evitarles este sentimiento. Lo único que lograrán es que sus hijos no estén preparados para afrontar situaciones frustrantes.
Los niños o niñas que peor manejan el “perder” son aquellos que viven en ambientes muy competitivos o que la lucha por el cariño y el alimento es una regla de vida. Se evidencia mayor incomodidad en niños que sus padres tienden a competir todo el tiempo, a establecer lucha de poderes y los niños no pueden acceder emocionalmente a la experiencia de “saber perder”.
Todos debemos aprender a manejar la frustración. Para ello, es necesario aceptar la causa que la provocó y no permitir que las consecuencias de la misma nos sobrepasen.

¿Se puede acudir solo a la terapia de pareja?

Aunque resulte obvia la necesidad de la presencia de ambos miembros en este tipo de terapia, es cierto que a menudo uno de los componentes de la pareja se niega o no ve oportuno el acudir a terapia. Por ello, no es de extrañar que gran parte de las terapias de pareja deriven de una primera consulta individual con el terapeuta. Al mismo tiempo, es bueno saber que en ocasiones una terapia individual continua puede repercutir positivamente en el buen desarrollo de una relación de pareja.

¿Cómo es la terapia de pareja?

La terapia es llevada a cabo por un psicólogo o psicoterapeuta especializado en terapia de pareja y familia.
Suele estructurarse en sesiones de 45 minutos a 1 hora, con una frecuencia semanal, aunque en algunos casos se considera oportuno aumentar o disminuir esta periodicidad.
En la terapia, fundamentalmente, se escucha, se habla y se reflexiona con el terapeuta y la pareja para lograr solucionar problemas o mejorar la relación estancada.
También puede acompañarse la sesión terapéutica de ejercicios para realizar durante la semana de forma individual o conjunta, y de sesiones individuales con cada miembro de la pareja, si es preciso.

La terapia de pareja

La terapia de pareja puede ayudar a reestablecer el equilibrio en una pareja.
En  la terapia de pareja, el    profesional analiza cuidadosamente los aspectos que están deteriorando la relación, con el fin      de ayudarles a instaurar otras actitudes tendentes a la satisfacción marital.
Suelen ayudar a resolver las dificultades existentes en su relación de pareja, conflictos con los   hijos, disfunciones sexuales, celos, la superación de una ruptura de pareja o separación...
Cuando una situación de crisis resulta desbordante y está afectando al funcionamiento de la  pareja, se necesita  la intervención de un experto en terapia conyugal, para   encauzar o  calmar la convivencia o las relaciones de la familia.
 

Terapias con delfines para niños autistas

Los delfines son seres simpáticos, alegres e inteligentes que se utilizan, sobre todo, en terapias con niños autistas.
Recordemos que el autismo es un trastorno importante de la comunicación y la conducta, que es patente antes de los tres años de edad del niño.
El niño autista no es capaz de usar el lenguaje adecuadamente, ni de procesar la información que le llega del exterior. El cincuenta por cien de los niños autistas no llegan a hablar, y aquellos que alcanzan a articular palabra, habitualmente solamente repiten lo que escuchan.La razón del autismo todavía se desconoce, aunque la ciencia se inclina a pensar que es una anomalía genética. Pues bien, estos niños inexpresivos y encerrados en sí mismos, pueden ser ayudados por los delfines. La simpatía, el afecto, el juego... de estos animales parecen lograr que estos niños progresen hacía la mejoría con más prontitud.

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