Cómo puedo proteger a mis hijos del abuso sexual

El abuso sexual es cualquier actividad sexual con o sin violencia entre un adulto y un menor de edad, o entre dos menores cuando uno ejerce poder sobre el otro. También es forzar, coaccionar o persuadir a un niño a participar en cualquier tipo de actividad sexual.
La mejor forma de proteger a su hijo es previniéndolos, es muy importante tener una relación próxima con ellos de tal forma que si les pasa algo, tengan la confianza para contarnos.
También es importante enseñarles a auto protegerse a medida que el niño vaya creciendo. A los tres años se les puede ayudar a conocer las partes de su cuerpo, brazos o piernas, pene o vagina.
No se debe hacer hincapié en la conversación en los genitales, sino encuadrarla en el conocimiento global del cuerpo. Debemos enseñarles que en el cuerpo existen zonas privadas, que no enseñamos porque son íntimas y que nadie puede forzarlos para tocarles sus partes privadas, ya sea un tío, primo o hermano o padre.
También será de vital importancia que nadie puede obligarles a guardar un secreto y que siempre deben confiar en sus papás si les pasa algo. Solamente explicarles, pero no exigirles, que digan NO frente a determinadas caricias que no les agraden o que los haga sentir incómodos.

Frases motivadoras


• “Fija tus ojos hacia adelante en lo que puedes hacer, no hacia atrás en lo que no puedes cambiar” (Tom Clancy).
• “Un poco de conocimiento que actúa es mucho más valioso que tener conocimiento y no actuar” (Kahlil Gibran).
• “No hay nada peor en la vida que perderla por miedo a vivirla” (Anónimo).
• “Duda del que quieras, pero nunca de ti mismo” (Christine Bovee).
• “Todo lo que el espíritu desea, el espíritu alcanza” (Kahlil Gibran).
• “Ningún hombre ha sido sabio de casualidad” (Seneca).

¿Qué haría si pudieras volver a empezar?

Si pudiera volver a vivir mi vida
me relajaría más.
No me tomaría tan serio tantas cosas.
Me aventuraría más.
Escalaría más montañas,
y nadaría en más ríos...
La próxima vez
comenzaría descalza
a principios de la primavera
y así seguiría hasta el fin del otoño.
No haría tantos méritos
a menos que los disfrutara.
Iría a más bailes,
subiría a más carruseles,
recogería más margaritas.

Los grupos de ayuda mutua o GAM

Existe una manera de hacer terapia, de forma alternativa, que no necesita de la presencia de un psicólogo o un profesional experto. Es un nuevo modelo terapéutico en auge que se está aplicando cada vez con más éxito. Se conoce con las siglas GAM.
Los grupos de ayuda mutua se forman de manera voluntaria para dar respuesta y cubrir las necesidades originadas de una situación compartida por todos sus miembros, sin la presencia de un profesional/psicólogo que guie a sus componentes.
En estos grupos los miembros aprenden a escuchar y a valorar los problemas de los demás ayudándoles, y por ello se convierten en grupos de apoyo emocional. Por eso también pueden recibir el nombre de grupos de autoayuda, grupos de autoapoyo o grupos de soporte.
Cada grupo es único y particular. Va fijando sus metas y sus objetivos en función de sus necesidades, pero sí es cierto que hay ciertas funciones comunes:
  1. Actúan y facilitan un apoyo psicológico a todos sus miembros.
  2. Intentan potenciar las relaciones sociales de sus afectados y que estos puedan rehacer sus relaciones (salir del aislamiento, conocer a otras personas...).
  3. Informan sobre los recursos existentes para hacer frente a la problemática (recursos económicos, sociales, asistenciales…).
  4. Sirven para sensibilizar a la población de su problemática y ejercer la presión o los derechos de reivindicación necesarios (realizan campañas, salidas…). Esta última función no siempre es necesaria, pero muchos grupos la incluyen.

Los GAM proporcionan un lugar donde expresar nuestros miedos y angustias, y también las alegrías y los objetivos conseguidos, pero sobre todo nos ayudan a desprendernos del egocentrismo cuando vemos que hay otras personas que también lo están pasando mal.

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