Consejos para combatir la ansiedad y tener paz interior

  1. Escucha música instrumental o de meditación que incluya sonidos de agua, flauta dulce o pájaros que ayude a calmarte.
  2. Practica una visualización donde estés en un espacio tranquilo y al aire libre durante cinco minutos.
  3. Pon aceites aromáticos como jazmín y cítricos en un “quemador”, que aportan vigor; o de canela o vainilla que transmiten una sensación de calma y relajación.
  4. Camina un rato, estirar el cuello y la espalda al menos tres veces.
  5. Procura tener un sueño reparador.
  6. Desayuna bien. Combina fruta fresca, lácteos, cereales y frutos secos.
  7. Ponte en movimiento. Haz ejercicio al menos tres veces por semana durante 30 minutos.
  8. Alejáte de aquellas personas que “roban vitalidad” con sus quejas, pesimismo o visión negativa

Para desarrollar una actitud positiva, entréguese a los demás sin esperar nada a cambio

Independientemente de quién sea usted o haya sido, puede crear en su fuero interno un ardiente deseo de ser útil a los demás. Cuando entregue a los demás una parte de lo que tenga, lo que quede se multiplicará y crecerá. Cuanto más comparta, tanto más tendrá.
Pero recuerde siempre esta premisa: Mantenga en secreto sus buenas obras porque las bendiciones y recompensas lloverán sobre usted irremediablemente.

Comparte tus sentimientos con alguien que sepa comprenderlos

Buenos o malos, los sentimientos necesitan expresarse,
necesitan reconocimiento y libertad para mostrarse al descubierto.
No es prudente ocultar tras una sonrisa que tienes quebrado el corazón;
eso es falsear lo que sientes por dentro.
Al expresar tus sentimientos puedes librarte del dolor
y eso te permite continuar la marcha, reconstruir tu vida
y pensar otras cosas que vuelvan a hacerte feliz.

Olvídate del mito que te exije ser fuerte,
tanto como para enfrentarte al mundo entero
con una gran sonrisa y una actitud valiente,
Tus sentimientos dicen otra cosa.
Admítelos: están allí.

Enseñe a su hijo a ser positivo


Si de alguien adquieren los niños la mayor parte de su personalidad, es de sus padres, y para aprender a ser optimistas no bastan las palabras sino los hechos. En caso de que usted no sea un optimista, trate de desarrollar esta actitud; recuerde que es el futuro de sus hijos lo que está en juego. Busque dinámicas especificas, lea libros de motivación y evite dar manifestaciones de pesimismo frente a ellos.

Enseñe a sus hijos a que no porque ocurre algo negativo tiene por que cambiar la perspectiva positiva de la vida. En la medida de lo posible, extraiga lo positivo de algo que haya ocurrido. Acostúmbrese a usted y a sus hijos a abordar los hechos desde distintas perspectivas y verá cómo podemos encontrar soluciones positivas a situaciones negativas.

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