La persona que sólo piensa en sí misma, muy poco puede sacar de su vida

La persona que sólo piensa en sí misma será, sin duda alguna, una persona desdichada. Por el contrario, la persona que se olvida de sí misma en el servicio de los demás encontrará la alegría de vivir.

Pero, si hemos de hacer las cosas mejores para los demás, hagámoslo pronto. El tiempo pasa. Por tanto, cualquier bien que pueda hacer o cualquier afecto que pueda mostrar debe ser para hoy.

Si quiere eliminar la preocupación y cultivar la paz y la felicidad, olvídese de sí mismo interesándose por los demás. Haga cada día una buena acción que provoque una sonrisa de alegría en el rostro de alguien.

Tu conciencia es la clave para tu felicidad

No te esfuerces por impresionar a los demás sino para impresionarte a tí mismo. Trabaja para ser quien deseas ser. Todo lo demás vendrá a continuación y tus sueños se harán realidad. Eres una persona maravillosa, de modo que puedes hacer cosas maravillosas. Ojalá que encuentres dentro de tí la suficiente fuerza interior para determinar tu propio valor por tí mismo, y no depender del juicio de los demás.

¿Cómo se vence la inseguridad?

La inseguridad está muy relacionada con el miedo a cometer errores o a fracasar, de manera que tanto la situación de incertidumbre como este miedo al fracaso son fuentes frecuentes de ansiedad.

El modo habitual y natural para vencer la inseguridad es tomando decisiones y superando el miedo al fracaso o a la equivocación, sabiendo que habitualmente se aprende más de los errores y que la duda paraliza y no resulta eficaz.

Esta inseguridad a veces se quiere vencer reclamando más información, más apoyo desde fuera, intentando analizar más los pros y los contras o, incluso, posponiendo la respuesta o dándole más vuelta al mismo razonamiento. Aunque en algún caso pueda resultar útil alguno de estos recursos, como tendencia, no resuelven la inseguridad personal y en cambio nos pueden  hacer más frágiles, depender más de los demás, evitar en exceso, etc.

Cómo actuar ante las críticas de los demás

Cuando alguien comienza a criticarme, si no me vigilo, me pongo inmediata y automáticamente a la defensiva, incluso antes de tener la menor idea de lo que mi crítico va a decir. 
Todos nosotros tendemos a dolernos de la crítica y a aceptar las alabanzas, con independencia de que una y otras estén o no justificadas. No somo seres de lógica, sino seres de emociones. 

Si oímos que alguien ha hablado mal de nosotros, no tratemos de defendernos. Todos los tontos hacen eso. ¡Seamos originales, humildes y brillantes¡ Desconcertemos a nuestro crítico y cosechemos aplausos diciendo: "Si mi censurador supiera todas mis otras faltas, me hubiera criticado mucho más severamente". 

Cuando sientas que te enfureces porque crees que se te condena injustamente, ¿por qué no haces una pausa y  dices:" Espera un momento...Disto mucho de ser perfecto". Si Einstein admitía que se equivocaba el noventa y nueve por ciento de las veces, tal vez yo me equivoque el ochenta por ciento por lo menos.

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