Todos nosotros tendemos a dolernos de la crítica y a aceptar las alabanzas, con independencia de que una y otras estén o no justificadas. No somo seres de lógica, sino seres de emociones.
Si oímos que alguien ha hablado mal de nosotros, no tratemos de defendernos. Todos los tontos hacen eso. ¡Seamos originales, humildes y brillantes¡ Desconcertemos a nuestro crítico y cosechemos aplausos diciendo: "Si mi censurador supiera todas mis otras faltas, me hubiera criticado mucho más severamente".
Cuando sientas que te enfureces porque crees que se te condena injustamente, ¿por qué no haces una pausa y dices:" Espera un momento...Disto mucho de ser perfecto". Si Einstein admitía que se equivocaba el noventa y nueve por ciento de las veces, tal vez yo me equivoque el ochenta por ciento por lo menos.
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