Relacionarnos con los demás previene la ansiedad

Todos tenemos la necesidad de relacionarnos con los demás, de hecho, el aislamiento social es un factor de riesgo que puede desencadenar cuadros de ansiedad.

Compartir los problemas con otras personas nos permite conocer otros puntos de vista, otras posibles vías de solución, otros modos de afrontar esa situación estresante y, en definitiva, un modo más sano de vivir. 

Además, hay que tener en cuenta el beneficio de sentirse comprendido, o, al menos, acompañado en esa situación de malestar.

¿Mientes para parecer más simpático?

¿Baja autoestima, falta de habilidades sociales? 
Estas son las causas más usuales de las mentiras de la mayoría de las personas.

El ser humano es el único animal capaz de engañarse a sí mismo. Todo el mundo quiere venderse bien: en las entrevistas de trabajo, ante una posible conquista, etc. No sustituyas valores como la sinceridad y el esfuerzo de superación personal por una imagen falsa de ti mismo. 

 Además, la gente siempre acaba por descubrirte y rechazando esta actitud. Sé tú mismo y no pongas en riesgo tu integridad.

Recuerda que el tiempo pone a cada uno en su sitio.

En la amistad y en el amor, el perdón es importante

Todos tenemos derecho a equivocarnos. No dejes que se pierda una buena amistad por un mal entendido, escucha a tu amigo o pareja para olvidar y perdonar lo sucedido. Una de las virtudes de todo ser humano es saber perdonar y mirar hacia delante sin rencor.

La baja autoestima de nuestro hijo

Por lo general, un niño con buena autoestima suele demostrar el deseo de intentar cosas nuevas, de aprender, de probar nuevas actividades; de ser responsable de sus propios actos; de tener comportamientos pro-sociales; de tener confianza en sí mismo y en sus capacidades. 
Pero si, por el contrario, el niño empieza a evitar actividades intelectuales, deportivas o sociales por miedo al fracaso; cuando engaña, miente, y echa la culpa a los demás; cuando, por no confiar en sí mismo y en su capacidad, se hace el pequeño delante de los demás; cuando se niega a todo y se muestra frustrado delante de cualquier situación, o cuando la opinión ajena domina sus decisiones. Entonces, tendrá un problema con su autoestima.

Lo primero es acércate más a tu hijo, tener conciencia del problema que tiene, e intentar ayudarlo como sea. El apoyo de la familia es fundamental en el proceso de recuperación. Pero si ves que la situación es más seria y crees que requiere la ayuda de un especialista, acude de inmediato.



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