¿Qué tipo de deporte le conviene a una persona depresiva?



La prescripción del ejercicio físico para combatir la depresión y reducir el nivel de ansiedad es bastante personal, aunque se aconsejan ejercicios de tipo aeróbico al aire libre, siendo lo más importante disfrutar de la actividad, evadirse y relajarse con la misma.
En general, las actividades gimnásticas con soporte musical ( aeróbic, bailes de salón...), si la música es agradable para la persona, son especialmente adecuadas para combatir los estados depresivos, ya que favorecen la desinhibición y la expresividad corporal.

Mi hijo juega solo en el cole, ¿por qué?

Se debe evitar la extrema superprotección que pueda impedir que se vaya estructurando en los hijos la autonomía suficiente para relacionarse con los demás.
Es aconsejable que, a partir de los tres años, se favorezcan, en lo posible, los juegos en paralelo con otros niños, y no tardarán en surgir de forma natural en el niño los juegos de asociación y cooperación.
A partir de los cuatro o cinco años, jugar solo o quedarse mirando cómo juegan los demás es una conducta infrecuente, salvo que se trate de niños retraídos que no han desarrollado el aprendizaje social, fundamentalmente a causa de una sobreprotección por parte de los padres.

Cuanto más joven te sientas, más vivirás.

Sentirse joven está relacionado con una mejor salud y mayor longevidad. Incrementa el optimismo y la motivación para superar obstáculos, reduce el estrés y mejora el sistema inmunitario, lo que reduce el riesgo de enfermedades.
Estudiar, comenzar nuevas aficiones, practicar nuevos deportes, conocer gente y relacionarnos con otras personas. En definitiva, es muy importante seguir conectado con todo lo que sucede a nuestro alrededor, ya que ello nos ayuda a evolucionar y a seguir sintiéndonos activos.

Nunca pienses que tu problema no tiene solución

Cuando pensamos que nuestro problema no tiene solución, en realidad le estamos diciendo a nuestro cerebro que, haga lo que haga, está todo perdido. El cerebro se lo termina creyendo y actúa como si de verdad no se pudiera hacer nada. Nuestra "mala" predisposición determina, con demasiada frecuencia, una realidad negativa.
Si ponemos toda nuestra energía en nuestra contra; si continuamente nos decimos lo insatisfechos que nos encontramos, sin duda será difícil que nos sintamos bien.

Entradas populares