Los beneficios de la risa


¿Quieres conocer los beneficios de la risa? Pues atiende:

Evita la depresión y la angustia.

Cuando uno se ríe segrega más adrenalina, lo que potencia la creatividad y la imaginación.

Al reír, el cerebro hace que nuestro cuerpo segregue endorfinas, sedantes naturales del cerebro que circulan en el organismo con un efecto analgesico.

Al reírnos estamos haciendo ejercicio,con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa.

Actúa como un masaje, la columna vertebral y cervicales que es donde por lo general se acumulan tensiones, se estiran al reirnos. Además, se estimula el bazo y se eliminan las toxinas. Con este movimiento el diafragma origina un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas.

Nos limpia ya que al reírnos se lubrica y limpian los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despeja la nariz y el oído.

Cuando ríes entra el doble de aire en los pulmones, de ahí que la piel se oxigene más. En concreto, los pulmones mueven 12 litros de aire en vez de los 6 habituales, lo que mejora la respiración y aumenta la oxigenación. Con esto se desmiente la idea de que la risa provoca arrugas en el rostro, al contrario lo tonifica.

La risa nos da felicidad, además de favorecer en la producción de endorfinas, también hay más encefalinas en el cerebro, ambos neurotransmisores, formados por cadenas de aminoácidos, que se encuentran sobre todo en el sistema límbico y cuya función es combatir el dolor. 

Tipos de conflictos familiares en Navidad

Existen tres tipos de conflictos familiares en estas fechas:
  • Los conflictos permanentes: presentes durante el resto del año pero que entran en contraste con lo esperado de estas fechas. Por lo general, en Navidad se vive con mayor intensidad y dolor lo que en otro tiempo se considera un enfrentamiento cotidiano. Un ejemplo muy simple es un adolescente que en todas las cenas se levanta de la mesa antes de que los demás terminen para chatear con sus amigos, pero si hace esto el día de Nochebuena, los padres sentirán con mucha más fuerza que se distancian del hijo o le prohibirán hacerlo.
  • Conflictos propios de estas fechas: dado que los festejos navideños enfrentan a todas las familias a una serie de tareas y decisiones que también pueden resultar complejas, relacionadas con el lugar donde juntarse para comer y cenar, quiénes serán los invitados, qué regalos se deben comprar o quiénes se encargarán del cuidado de los niños.
  • Conflictos profundos en todas las familias y que brotan estos días por el mayor tiempo de los miembros para estar juntos. Estos problemas, vigentes durante el resto del año, no se manifiestan o se hacen conscientes en otros momentos. Puede haber parejas que no sepan comunicarse ni llegar a acuerdos, pero como durante el resto del año sólo se ven delante de la tele y la vida está más pautada y ordenada, no se dan cuenta de ello hasta que tienen que pasar más tiempo juntos para preparar los eventos navideños con la familia.
Los principales problemas en estas fechas están muy relacionados con la familia. Al fin y al cabo, las familias crean su propia cultura, sus propias costumbres y sus propios ritos que, en Navidad, entran en conflicto con las culturas familiares de origen. Las demandas afectivas de todos -padres, hijos y abuelos- pueden dificultar mucho la toma de decisiones y el bienestar de la familia.
Otro tipo de cuestiones tienen que ver con la toma de decisiones económicas. La Navidad enfrenta a las familias a muchos gastos excepcionales y las dificultades económicas o los diferentes criterios de decisión en estos temas pueden incidir en un aumento de la conflictividad. También se encuentran en esta situación los adolescentes que ponen en cuestión las tradiciones familiares de sus padres.

Perdonar nos hace felices

Perdonar es una actitud decisiva para nuestra salud física y mental. No es inteligente cargar toda la vida con un enemigo a tu espalda. El estatus de "enemigo" le dará muchas oportunidades en tu mente. Aparecerá en momento inoportunos, en tu hogar, en tu familia, en tu trabajo, en tus sueños...
Olvídalo, perdónalo. Sé feliz, deja que tu vida transcurra positivamente la margen de pensamientos mezquinos que no deben tener cabida en tu mente. No tengas enemigos.
Aprende a perdonar la mezquindad, la envidia, la ira, el engaño, la mentira, la cobardía, la hipocresía, la venganza, el odio, el rencor, el olvido, la desconfianza, la avaricia, la soberbia, el desprecio, el desdeño, la humillación, las críticas... En realidad son carencias, manifestaciones de una persona que nos duelen, pero que quizás deberíamos compadecer, más que reprochar.
Si no puedes perdonar a una persona, el problema está en ti. Serás tú el que pagará el coste. Si tienes un pensamiento negativo sobre un enemigo piensa en lo que ocurre: ¿enfado, malhumor, frustración, ira, venganza, recreo mental de las situaciones que desencadenaron la enemistad..? A veces esto dura durante años y el sujeto es un familiar o un íntimo amigo.

Los pensamientos negativos...

  • me agotan,
  • me hace infeliz,
  • me aíslan,
  • me convierten en pesimista,
  • me anulan cualquier motivación,
  • me contrarrestan la alegría y la energía,
  • me restan posibilidades en mi trabajo,
  • me convierten en impopular entre mis compañeros,
  • los traslado a los seres más queridos, "los educo en la negatividad". Afectan a mi familia de forma muy diversa. Van creando barreras con mis hijos,
  • perjudican a mi pareja, le quitan ilusión, entusiasmo, alegría..
  • me impide ver oportunidades y potencialidades, me sumen en un marco de perjuicios, riesgos,
  • me llevan a un concepto del mundo en el que apenas merece vivir,
  • cada vez río menos, me disgusto más, incluso por tonterías. Me irrito cada vez con más gente y con más facilidad,
  • me afecta a la salud (dolores de cabeza, ulcera, dolores y tensiones en los músculos,
  • ...me acaban deprimiendo.

¿Podemos prevenir la depresión de nuestro hijo pequeño?

Es posible detectar síntomas de ansiedad en niños menores de 5 años, lo que nos permite actuar y evitar así posibles depresiones en el futuro. Los dos indicadores a los que debemos estar muy atentos son:
  • Un temperamento difícil y con tendencia al aislamiento, ya que estos niños tienen una predisposición biológica para ser más introvertidos y angustiarse más, lo que a la larga puede acabar provocándoles una depresión.
  • La depresión materna. Se ha comprobado que tener una madre con tendencia a la depresión influye más sobre los pequeños que el hecho de que ésta sea poco sociable o mal educada, no sólo porque hay una predisposición genética, sino porque los niños imitan la forma de vivir y de tomarse las cosas que observan en su madre.
Cuando se detectan estos indicadores hay que consultar con un psicólogo especializado y tomar varias medidas:
  • Acariciar, besar e incluso mecer al pequeño muy a menudo, para que se sienta seguro y no se angustie.
  • Orientar a los padres sobre el trato y la educación de un niño difícil.
  • Tratar a la madre de su depresión diagnosticada, para que su hijo, que sólo es candidato a deprimirse, no acabe padeciendo esta durísima enfermedad.

Consejos para dormir plácidamente

Sin un descanso aceptable, la energía, la buena predisposición, la productividad e incluso la memoria acusarán recibo.  Para dormir bien no sólo tenemos que fijarnos en lo que hacemos antes de ir a la cama, también es importante tener ciertos hábitos saludables día a día:
  • Ventilación: Nuestra habitación ha de estar bien ventilada. La cabecera de la cama, preferiblemente, deberá estar orientada al norte y los pies, hacia el sur.
  • Comida: Evita los estimulantes, como las bebidas con cafeína, antes de acostarte. Las cenas copiosas favorecen la pesadez y también dificultan el sueño. Los expertos recomiendan cenar al menos 90 minutos antes de irse a dormir.
  • Ropa: Usa prendas preferiblemente amplias y de algodón 100%.
  • Televisión: Evita ver películas o escenas que creen tensión emocional antes de irte a la cama.
  • Ducha: Toma un baño o ducha relajante con agua caliente o templada antes de acostarte.
  • Hora: Procura irte a la cama siempre a la misma hora. Los patrones de conducta contribuyen a mejorar el sueño.
  • Colchón: Elige un colchón que se adapte a tu peso y a tu estatura. Renuévalo si ya ha cumplido diez años.
  • Disminuye el tiempo que pasas frente al TV y al ordenador: El brillo emitido por la televisión o la pantalla del ordenador puede hacer que entres en el sueño profundo más tarde. La causa: la luz suprime la producción de melatonina, una hormona secretada a la puesta del sol que le dice al cerebro que ha llegado la noche. Cuando los niveles de melatonina están bajos, nuestro cerebro suele pensar que aún es de día —y permanece listo para las actividades diarias—.
  • Esconde el reloj alarma: Mirar el reloj despertador para ver cuánto falta para levantarte puede hacer que tu noche de sueño sea un desastre. Este estado de alerta constante puede hacer que tu cerebro permanezca despierto, impidiéndote caer en un verdadero sueño profundo y reconstituyente. La solución más sencilla: programa el reloj alarma, y luego coloca los números apuntando hacia la pared o coloca el reloj en el suelo, en un cajón, o debajo de la cama.
  • En invierno, baja la calefacción: Para una buena noche de sueño, asegúrate de que tu habitación se encuentre suficientemente fresca —tanto como para arreglártelas con una sábana ligera sobre ti—. De esta manera, el ambiente estará en sincronía con la temperatura interna de tu cuerpo —que naturalmente suele descender durante las noches—. La temperatura ideal para dormir está entre 19 y 26 grados, pudiendo cualquier temperatura superior o inferior ocasionar interrupciones del sueño o dificultades para dormir.
  • Elimina el último trago: El alcohol deprime el sistema nervioso —el sistema de células, tejidos, nervios, y órganos que controlan las respuestas corporales a estímulos internos y externos—. En consecuencia, beber una copa de vino antes de ir a la cama puede ayudar a quedarte dormido, los efectos sedantes se desvanecen a medida que el cuerpo metaboliza el alcohol, lo que puede hacer que te despiertes en medio de la noche y que tengas problemas para volver a dormirte. Se ha demostrado que el alcohol interfiere con los biorritmos naturales del cuerpo, ocasionando que la presión arterial suba y el ritmo cardíaco acelere el paso por las noches, cuando en realidad el cuerpo debería relajarse. No es necesario que renuncies al cocktail de esta noche con tal de dormir bien, pero sí intenta suprimir el alcohol dentro de las dos o tres horas previas a acostarte.
  • Ejercita: Si bien los científicos aún no comprenden las causas, el ejercicio aeróbico ha demostrado ser beneficioso para conciliar el sueño durante las noches, para pasar más horas inmerso en el sueño profundo, y para tener menos interrupciones del sueño durante la noche. Al mismo tiempo, el ejercicio vigoroso puede actuar como un estimulante (a modo de energizante durante el día), de modo que planifica tus rutinas de ejercicios para las mañanas o las tardes, cuando tu cuerpo más necesitará de esta inyección de energía.
  • Si no puedes dormir, sigue la regla de los 15 minutos: Si no logras dormirte, o si te despiertas y no vuelves a conciliar el sueño dentro de los 15 minutos posteriores, sal de la cama y haz algo relajante que te ayude a despejar la mente, como leer, meditar, o tejer (pero nunca mirar televisión o navegar en internet!). Luego, una vez que vuelvas a sentir sueño, regresa a la cama. Si te obstinas en permanecer en la cama e intentas obligarte a dormir, sólo lograrás caer en un estado de ansiedad, que justamente es lo que menos necesitas.
  • Escribe tus preocupaciones: Durante el día, toma nota de cualquier preocupación que esté perturbando tus pensamientos. Luego, intenta buscar formas de resolver estas cuestiones antes de ir a la cama. Si te estás quedando corto de ideas, aleja la lista y vuelve a pensar en las soluciones durante tu ducha matutina o mientras viajas al trabajo. El simple hecho de establecer un plan para abordar tus problemas y tus tareas te hará sentir que has hecho un progreso importante, permitiéndote relajarte, dormirte, y despertarte listo para encarar el nuevo día con mayor fuerza y confianza.
  • Controla la ingesta de cafeína después del mediodía: Comúnmente, consumir una cantidad moderada de cafeína -entre 200 y 300 mg, entre dos o tres tazas de café- puede hacerte sentir más alerta y energizado en las horas posteriores. Sin embargo, cuando la cafeína es consumida en grandes cantidades, la calidad de tu sueño podría empeorar, dejando en tu cara grandes ojeras como evidencia. Un consejo para aquellos que son altamente sensibles a la cafeína es optar por un cortado o descafeinados (que de todas maneras contienen un porcentaje de cafeína) o infusiones a base de rooibos, frutas, hierba María Luisa, manzanilla, que entre otras no contienen estimulantes. Y atención porque el té destinado posee entre 1 y 4 miligramos de teína por taza y el té verde puede contener promedio 20 miligramos de teína por taza.
  • La respiración: Cuando estamos bajo tensión, solemos respirar sólo con el pecho, como si se trataran de cortos jadeos. Esta respiración lleva menos aire a nuestros pulmones y reduce la provisión de oxígeno al cuerpo y al cerebro, haciéndote sentir cansado mental y físicamente. El objetivo, en este caso, es hacer respiraciones profundas, con el diafragma —cuando inspiras, tu ombligo debería hincharse como un globo; cuando exhalas, debería desinflarse lentamente—. Esta respiración es ideal practicarla si estas recostado.
  • Si tienes mascota, búscale un dormitorio separado.: Por las noches, las mascotas roncan, sacuden sus cuerpos, dan vueltas, e incluso te roban las sábanas y el espacio en la cama. En consecuencia, no resulta extraño que el 53% de los dueños de mascotas que duermen con sus animales tengan algún tipo de interrupción en el sueño durante las noches, según un estudio de la Mayo Clinic Sleep Disorders Center en Rochester. Considera que debes reubicar a tu amigo fiel en otra habitación, aunque a partir de ahora debas pasar las noches en completa soledad.
  • Ordena el lugar donde duermes: Pon las cosas en orden. El desorden puede hacer que te sientas fuera de control, sobre todo cuando estas pasando por un período difícil. Por otra parte, el simple hecho de cumplir un objetivo, por más que se trate de poner en orden la ropa que hay por la habitación, puede ser energizante.

Ejercicio mental para acabar con el estrés y la negatividad

1. Piensa en una situación que te provoca tensión o malestar y obsérvala como si fuera una película y tú eres el espectador/a. Mírate a ti mismo/a en ella. Observa y siente todos los detalles de esa situación. Siente lo que pasa en tu cuerpo en esta situación.
2. Viéndote en esta película, ¿cómo te gustaría desenvolverte en esta situación que te estresa? o ¿Qué te gustaría hacer diferente? o ¿Qué recursos (paciencia, disciplina, decisión, seguridad, tolerancia, flexibilidad o algún otro) necesitas para esto?
3. Elige el recurso que necesitas. Cierra tus ojos, respira profundamente y siente lo que es tener ese recurso que necesitas en ti. Te puede servir traer algún recuerdo donde hayas utilizado ese recurso. o ¿En qué parte de tu cuerpo lo sientes principalmente? Toca esta parte de tu cuerpo
4. Ahora manteniendo tu mano en esta parte de tu cuerpo y respirando profundamente, vuelve a pasar la película de tu situación estresante pero con la diferencia de que ahora tú tienes en ti tu recurso simbolizado. Vuelve a respirar profundamente y observa qué pasa, cómo se modifica la escena y cuáles son tus sensaciones.
5. Elabora una frase en positivo, tiempo presente simple y afirmativo para ilustrar tu objetivo y poder manejar esta situación asertivamente. Por ejemplo: “yo soy paciente cada vez que…”
Este ejercicio tendrás que repetirlo en varias ocasiones hasta que tu mente aprenda que hay otra manera de responder en esta clase de situaciones.

Los niños aprenden lo que viven

Consejos para ser feliz

El día más bello, hoy
La cosa más fácil, equivocarse
El obstáculo más grande, el miedo
El mayor error, abandonarse
La raíz de todos los males, el egoísmo
La distracción más bella, el trabajo
La peor derrota, el desaliento
Los mejores maestros, los niños
La primera necesidad, comunicarse
La mayor felicidad, ser útil a los demás
El misterio más grande, la muerte
El peor defecto, el mal humor
El ser más peligroso, el mentiroso
El sentimiento más ruin, el rencor
El regalo más bello, el perdón
Lo más imprescindible, el hogar
La ruta más rápida, el camino correcto
La sensación más grata, la paz interior
El arma más eficaz, la sonrisa
El mejor remedio, el optimismo
La mayor satisfacción, el deber cumplido
La fuerza más potente, la fe
Los seres más necesitados, los padres
Lo más hermoso de todo, el amor

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