Las amas de casa son víctimas propicias para las enfermedades depresivas

Dedicarse exclusivamente a las tareas del hogar y al cuidado de familiares puede conllevar el riesgo de padecer el llamado "síndrome de la ama de casa". 

El aislamiento, la rutina y el bajo reconocimiento social y familiar de su trabajo, derivan en un sentimiento de baja autoestima e infravaloración de su capacidad en la persona.

Una mujer se casa y tiene hijos, renuncia a su profesión con generosidad, con un corazón grande, y termina encontrando soledad, frustración y desprecio por parte de la sociedad porque no aportas un sueldo a la familia. ¿Es justo? 

¿Cómo podemos paliar esta situación tan frecuente en las mujeres? 

-Primero, se debe tomar conciencia, reconocer los síntomas y querer solucionarlos. 
-Evitar el aislamiento social. Es muy importante ampliar el contacto, la mejor manera es buscar otros escenarios donde desarrollarse, mediante un trabajo remunerado o no, aunque sea por poco tiempo a la semana.
 -Es imprescindible educar a los miembros de la familia para que colaboren. 
-Tener presente que las amas de casa son imprescindibles para el funcionamiento de la unidad familiar y por consiguiente de la sociedad en su conjunto. 
- Di no al perfeccionismo, aceptando tus propios límites. 
-Auto-compensarse, es decir, cuidar y atender a los demás nunca debe ser motivo de descuidarse de una misma.

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