Puede que lleves una vida ideal, en la que hasta tus amigos te envidien. Lo tienes todo, salud, dinero y amor, todo. Sin embargo, sientes que no eres feliz ¿por qué?
Ese sentimiento de que te falta lago en la vida aun teniéndolo todo te crea otro sentimiento: la culpabilidad. Te sientes culpable porque no mereces quejarte de nada.
Pero la vida pasa día a día y te sientes vacío. Hay mañanas que ni siquiera quieres levantarte de la cama.
Si esa es tu situación te propongo algo: haz una lista de actividades con las que disfrutabas antes, cosas que te permitían ser tú mismo, cosas que llenaban tu día , aunque sean cosas que hacías de niño. No te dejes nada afuera. De todas esas actividades, piensa en la que más eches de menos. Empieza por ella y ponte en marcha, a desempeñarla con todo lo que te haga falta, sin escatimar en recursos.
Volverá el entusiasmo a tu vida, el optimismo que te falta. Luego, intenta compartir esa afición con más personas, una cosa llevará a la otra...y saldrás de ese estancamiento en el que ahora te encuentras.